Foto: Club Atlético de Madrid
No sin sufrimiento el Atleti se impuso con unocerismo y mucho trabajo al Rayo Vallecano. Un partido complicado, dominado de principio a fin hasta la expulsión de Correa, en una nueva acción de protagonismo de Munuera Montero.
El balón echó a rodar en Vallecas con los mismos guerreros que en Manchester y tenían clara una cosa, había que ganar. Se arrancó siendo superiores, dominando con balón e intentando generar ante un Rayo Vallecano necesitado de puntos. Y en la primera ocasión, un buen balón de De Paul lo peinó Joao Félix, muy activo, para que Griezmann hiciera trabajar a Dimitrievski. Era la primera clara de un encuentro que se iba a decidir por detalles. Y en la misma combinación, pero más centrado, Griezmann tuvo todo a su favor para adelantar al equipo, pero no llegó en el borde del área pequeña. El ariete galo no dejaba de intentarlo, e incluso de suerte pudo abrir el marcador. Fue en un rebote, que le dio en la pierna a él, desde el suelo, pero se marchó desviado.
Corrían los minutos y De Paul, muy activo y participativo en su posición habitual, se internó en el área donde reclamó penalti por mano. Se internaba el argentino, le robaron el balón y en el despeje tocó en un jugador del Rayo. La mano estaba totalmente despegada, pero Munuera Montero no señaló nada. La intensidad, como era de esperar, bajó. Pero fue a balón parado, justo antes del descanso, cuando Savic pudo abrir el marcador. Su cabezazo se fue desviado y con ello el equipo al tiempo de descanso.
Trabajo, unocerismo y Koke
Volvió a rodar el balón en Vallecas y ahora sí. Koke recibió un balón de primeras de Joao Félix y él, con un toque sutil, batió a Dimitrievski y puso el primero. Un auténtico golazo del capitán, que adelantaba al Atleti ante el Rayo Vallecano. Era momento de matar el partido y lo pudo hacer Griezmann. Se quedó solo en el interior del área, remató el francés pero lo hizo a las manos de Dimitrievski. No podía fallar eso el Atleti, que justo después vio como el Rayo veía pasar el empate por delante de sus ojos. Un barullo en el interior del área, varios balones aislados y Giménez, sobre la línea, acabó sacando el balón a Mario Suárez. El ex colchonero se topó justo después con un Oblak enorme, que salvó al equipo con una auténtica parada.
Corrían los minutos, el Rayo Vallecano intentaba dominar al Atleti pero si ocasiones claras de gol. Sin fútbol pero con mucho trabajo, los minutos pasaban y el cuadro de Simeone se aferraba al unocerismo. Pero todo cambio cuando Munuera Montero se hizo protagonista. Un balón dividido, pitó falta de Correa cuando no había nada y expulsó al argentino por roja directa. Todo en una acción donde parece que Correa le pudo decir algo. Ahí tocó sufrir y en el tiempo de descuento Luis Suárez pudo sentenciar y a la contra Isi lo intentó, pero acabó atrapando Oblak.
Se hizo fuerte en el final el Atleti, que sigue invicto en su Liga de 14 para el final y se mantiene en puestos de Champions. Ahora a recuperar en el parón y pensar en el tramo final de la temporada.
