
Nada nuevo bajo el sol. La nueva normalidad se asemeja y mucho a la antigua, en donde Oblak sigue siendo el mejor del mundo y Koke es crucial para el equipo. Un día en donde la nueva normalidad apenas afectó a un partido intenso, en donde los detalles fueron clave y la falta de gol condenó al Atleti a un empate que sabe a poco en el reinicio de Liga. Todo, bajo una nueva normalidad más normal que anormal tras el parón por el Covid-19.
En el verde ambos equipos comenzaron tanteándose, con una intensidad que se asemejaba a la vista antes del parón. Los detalles iban a decantar un encuentro difícil de jugar y feo para el espectador. Las segundas jugadas y los balones divididos iban a ser claves, y así fue. Marcos Llorente, más cerca de Costa que del medio campo, se dio la vuelta y filtró un balón perfecto para Carrasco. El belga afrontó la meta local pero su disparo, con Unai Simón por el suelo, se marchó rozando el palo. Tras ello, y como sucedía antes de la nueva normalidad que vivimos, el Atleti volvía a hacer de las suyas. Comenzaba a acularse atrás y dejar el dominio del esférico al conjunto vasco. Esto permitió que el Athletic se acercara a la meta de Oblak, donde aparecía el mejor del mundo. Y es que tras un gran golpeo de Muniaín, Oblak voló y una mano salvadora evitó el que era el primer gol del partido.
Hizo de las suyas dejando claro que nada ha cambiado. La nueva normalidad solo ha dejado al Atleti sin aficionados, pero el resto todo sigue igual. Pero igual que esta nueva normalidad ha afectado para bien en ese sentido, también lo ha hecho para mal. Dar el balón y acularse atrás provocaba mayor dominio de los vascos, que acabaron encontrando la portería por medio de Muniain. La pasividad defensiva provocó que Muniain, tras un centro duro de Yeray, se anticipara a Thomas y puso el balón donde Oblak no llegó. Pero lo bueno del Atleti es que cuando cae se levanta. Saúl recuperó y encontró a Koke, imprescindible en el equipo. El capitán filtró un precioso balón a Diego Costa que no falló, y puso el empate. El de Lagarto volvía a sumar las tablas en el marcador justo antes del descanso.
Tras el regrseo, el dominio del balón seguía siendo para el Athletic, aunque sin peligro sobre la meta de Oblak. Llorente era el más activo del equipo, con una gran capacidad de rehacerse y dar salida rápida al equipo. Tras los diez primeros minutos de segundo tiempo el Atleti buscó empezar a hacerse con el control del partido, y esto llevó a la transición más larga del equipo. Una transición en la que Costa puso un buen balón de Costa a Lodi, que no encontró a Llorente en el interior del área. Tras ello el Cholo empezó a realizar los primeros cambios del encuentro, hasta cinco se pueden hacer y el Cholo apuró. En primer lugar, jugador por jugador para dar aire fresco al equipo. Costa, Carrasco y Trippier se retiraron, dando paso a Morata, Lemar y Arias.
El equipo comenzaba a estar más fresco en cuanto a piernas se refiere, y el Cholo buscaba reflejarlo sobre el verde. Es por ello que entró el Ángel del equipo. Correa quería dar el plus necesario para conseguir la victoria, pero fue Lodi quien por casi hace el segundo. Un centro que buscaba a Morata pero que se envenenó y que acabó despejando Unai Simón. El rechace le cayó a Arias, en la frontal del área pequeña, pero su acción se topó con el meta local. Dejaba escapar el Atleti así una oportunidad más que clara. El encuentro entraba en su recta final y el Cholo daba aire al equipo con Herrera entrando al verde en el lugar de Koke. Correa buscó revolverse y Morata encontrar un balón entre líneas, pero nada de eso sucedió.
El cansancio acabó pensando en las piernas, pese a los cambios, y el Atleti acabó empatando a uno en un día donde solo valía ganar. El Atleti pierde así la posibilidad de adelantar al Getafe, en un día en donde la nueva normalidad no se impuso a la antigua del Atlético del Cholo.