
El Atlético de Madrid visitaba el Ciutat de Valencia en el último duelo del año. Los de Diego Pablo Simeone visitaban un Levante ya salvado en un duelo sin nada en juego. Pero la visita a Valencia sirvió par algo más. Y es que en un día en donde Godín y Juanfran decían adiós, llegó el momento de Mollejo y Montero.
El duelo arrancó con una primera mitad sin alma de los rojiblancos. Lo más bonito se vivía en la grada, en donde los desplazados volvían a estar presentes. Y es que, tras cinco minutos, el Levante se adelantó en el marcador. A la salida de un córner al segundo palo, con Adán sin salir de debajo de los palos, el balón volvió al área pequeña en donde Cábaco remató de espuela para enviar el esférico al fondo de la red. El Atlético comenzaba así con mal pie el encuentro. Sin embargo, los de Simeone buscaron rehacerse y fueron en busca del empate. Filipe puso en aprietos a un Koke Vegas que salvó en varias ocasiones a su equipo. Tras ello, Griezmann buscó su último gol con la camiseta rojiblanca en un partido donde fue silbado por los, hasta ahora, sus seguidores. En la grada quedó muy claro que las leyendas son quienes se dejan la vida, como Godín y Juanfran, y no quienes meten muchos goles como Griezmann. Sin embargo, el Levante amplió su ventaja. Los valencianos robaron el esférico en la salida del mismo y ahí Roger no falló. El delantero granota batió a Adán y puso dos goles por delante al cuadro local.
Tras el tiempo de descanso, en un día de adioses, llegó una buena noticia. Sergio Camello debutaba con el primer equipo en un duelo que se le quedará grabado en la memoria. Sin mucho juego y pocas nueces, Correa la lió. En una jugada que acabó en falta a favor, el argentino se revolvió y vio la amarilla. Sin embargo, el árbitro se vio al VAR en donde el colegiado no dudó y le mandó a la calle por roja directa. Se quedaba con uno menos el conjunto colchonero cuando ahí Rodri apareció en el que también puede ser su último partido. El mediocentro rojiblanco pegó un zurdazo que envió como un misil teledirigido a la escuadra. El Atlético recortaba distancias a falta de veinte minutos para el final y soñaba con la remontada. Y ahí aparecieron los jugadores del futuro. Camello ya en el campo vio como entraba Mollejo al verde en un momento para los canteranos. Y estos dieron el tanto del empate, en el primer gol oficial de Camello con el primer equipo. A diez para el final, el joven jugador recogió un balón perdido de un defensor al disparo de Koke y ahí no falló ante Vegas. Camello ponía así el empate final del encuentro.
Tras ello en el día en donde Juanfran se despidió con la rojiblanca y el verdadero escudo. Al igual que Godín en su despedida, Juanfran se vistió con una camiseta histórica del Atlético, otorgada por Godín y Koke, para besar el escudo de su vida. En un día donde el futuro demostró que está en casa.