
Lokomotiv Atlético
El Atlético no consiguió pasar del empate a uno en Rusia ante un Lokomotiv que aguantó muy bien el resultado. El cuadro de Simeone fue mejor y pese a su insistencia, dejó escapar dos puntos.
Frío en el campo, calor en la grada. El Atlético de Madrid visitaba el RZD Stadium con casi ocho mil personas ante un Lokomotiv de Moscú que quería dar la sorpresa en el inicio de la jornada europea. El duelo arrancó con un Atlético mostrando un ritmo alto, dominando la posesión y controlando el encuentro. Con el regreso de Saúl, el Cholo colocó al ilicitano por la izquierda y a Marcos Llorente en el doble pivote ante el día de descanso otorgado a Koke. Y fue Saúl quien puso la primera ocasión clara de gol con un disparo de los suyos. Zurdazo desde la frontal que obligó a volar Guilherme, para desviar el esférico a córner. Mientras tanto, Joa Félix comenzaba a carburar y se mostraba eléctrico y participativo. Y si el fútbol parecía regresar, medianamente a la normalidad por el público en las gradas, Giménez trajo la rutina habitual en esto que llaman fútbol con un testarazo para hacer el primer tanto del partido. Señaló el desmarque desde la frontal, y Herrera, con un toque sutil, le dejó el balón perfecto para que el uruguayo no fallase. Golazo de un Giménez que adelantaba al Atlético en el marcador.
«El VAR llamó al colegiado que se marchó a verlo en la televisión. Sin ver el vídeo, únicamente el frame, no dudó y pitó penalti»
Pero no iba a durar mucho la alegría. En uno de los pocos acercamientos al borde del área colchonero, el Lokomotiv puso un centro al área que Herrera despejó. Sin embargo, el VAR llamó al colegiado que se marchó a verlo en la televisión y sin ver el vídeo, únicamente el frame, no dudó y pitó la pena máxima. En un balón que golpeó en el hombro izquierdo de Herrera y que acabó dando en su mano derecha, el Lokomotiv tenía la opción de empatar desde los once metros. Desde los once metro Miranchuk engañó a Oblak y puso el empate en el marcador. En la única ocasión clara de gol, no falló el mejor jugador ruso. Pero el Atlético no cambió y continuó proponiendo y buscando ganar al Lokomotiv desde la intensidad. Y primer fue Correa, con un disparos de primeras que se topó con el larguero. Y después Luis Suárez, que vio como el portero desviaba un mano a mano tras un perfecto pase filtrado de Joao. Las combinaciones en ataque no cesaban y el Atlético buscaba el segundo en el RZD Stadium. Insistir, insistir y volver a insistir. Ese era el trabajo de los colchoneros que atacaban, de forma constante por la zona de Trippier, muy activo en ataque y algo más comprometido en defensa. Pero el inglés encontró a Luis Suárez, quien de volea no consiguió encontrar portería. Pero sin merecerlo y cargado de amarillas (Suárez, Herrera y Saúl), el Atlético se marchaba empatando al tiempo de descanso.
Insistencia insuficiente
Volvía a rodar el esférico en Rusia con la ausencia de Saúl, que se marchó al descanso tras su regreso de lesión, y dio paso a Koke. Un inicio de segunda mitad trabado, con la necesidad de volver a ver portería y una nueva cartulina amarilla, esta para Renan Lodi. Sin embargo, el menino de oro quería ser el encargado de desequilibrar el encuentro. Hoy por la izquierda, se plantó en el área, recortó hasta en tres ocasiones para poner un centro tenso al segundo palo que Luis Suárez remató forzado y el balón se lo encontró Guilherme bajo los palos. Ocasión clarísima de gol para un Atlético que seguía en una buena línea con el objetivo de los tres puntos. Y de nuevo Joao Félix quiso hacer magia, siendo el más desequilibrante del partido, con un derechazo desde la frontal que se colaba por la escuadra pero Guilherme volvió a volar. Salvaba el guardameta brasileño a los suyos ante un Joao que guiaba a un Atlético que no dejaba de insistir. Y de nuevo los mismos protagonistas se vieron las caras, esta vez Joao con un testarazo perfecto en el punto de penalti y que Guilherme desvió, de nuevo, a saque de esquina. El portugués era el mejor y el equipo quería aprovechar su estado de ánimo. Pero sin embargo, los dos de siempre en el Atlético pudieron hacer el segundo. Correa puso un centro perfecto y Koke, con un cabezazo precioso, se topó con el larguero. La madera repelía el balón y Luis Suárez, en fuera de juego, hizo un gol que quedaba anulado.
«El camino era el de hasta ahora y el Atlético no debía dejar de insistir. Ese era el único camino, insistir, insistir y seguir insistiendo»
El partido tenía un claro dominador, el Atlético, que venía como el gol no llegaba y se resistía. Aún así, el camino era ese y no debía dejar de insistir. Ese era el único camino, insistir, insistir y seguir insistiendo. Y al que llaman defensivo, el Cholo retiró del terreno de juego a Marcos Llorente y Ángel Correa, dando paso a dos jugadores ofensivos como Vitolo y Lemar. Y es que Llorente estaba siendo partícipe del doble pivote, pero el argentino no quería dejar escapar los tres puntos. Insistir parecía que no era suficiente en Rusia, y si todo se hacía cuesta arriba Vitolo se iba al suelo y no podía continuar. El canario se marchaba junto al doctor y daba paso a Torreria, que tenía algo menos de cuarto de hora para ayudar al equipo a conseguir la victoria. Pero el Atlético perdía sus opciones de ataque desde la entrada de Lemar al campo y el tiempo se acababa. Pese al dominio y la posesión, la victoria se alejaba y Luis Suárez lo intentaba con un disparo que atrapaba Guilherme. Pero la más clara era para Renan Lodi, que con un pase perfecto de Suárez, dudó entre tirar y centrar, y su balón se marchó rozando el palo. Dudó el lateral brasileño y perdió una acción valiosa de cara a portería. Sin embargo, la insistencia no fue suficiente en Rusia donde el Atlético dejó escapar dos puntos importantísimos.
El Atlético luchó, trabajó e insistió en el RZD Arena pero el Lokomotiv de Moscú aprovechó su única ocasión y sacó un empate que resta dos puntos a un Atlético que jugó bien.