
Foto: Club Atlético de Madrid
Luis Suárez dio lo que todos esperaban y nadie quería ver. Dos goles, juego y tres puntos a un Atlético que es más líder que nunca tras vencer al Eibar.
No iba a ser presa fácil. Ipurúa, un lugar armero y correoso, en donde el Eibar no le iba a plantear un partido fácil a un Atlético de Madrid con ganas de victoria. El Cholo no dudaba y seguía confiando en su 3-5-2 pese a la ausencia de Koke en un esquema que sin el vallecano pierde. En su lugar y situado como pivote defensivo, Saúl regresaba a la titularidad en un partido complicado. Y peor se pusieron las cosas cuando en el diez de partido, Muto ganó la espalda a Carrasco, quien pisó al nipón en el interior del área. No dudó el colegiado, quien señaló la pena máxima. La sorpresa lle´go cuando Dimitrovic, meta armero, se dirigió a los once metros. La sorpresa en el lanzador no se sumó al final de la jugada, y el Eibar se adelantaba en el marcador. Dimitrovic engañó a Oblak, que nada pudo hacer. Partido disputado, muy competido y con un Eibar peleón. Sumaba porcentaje de posesión, pero no convencía el cuadro rojiblanco.
Las ocasiones no llegaban, y la única clara fue de Correa. El argentino, solo, aprovechó un despeje a salida de un córner, y de primeras la pegó alto. El argentino, que rozó el larguero con su golpeo, tuvo la más clara de ambos equipos. Y es que el medio del campo no tenía dominador claro y el cuadro de Mendilibar se hacía fuerte por delante en el marcador. Sin embargo, lo que faltaba en temporadas atrás, ahora el Atlético lo tiene y eso es un ‘9’. Justo antes del descanso, Marcos Llorente robó en la presión y apareció el de siempre, apareció con la escopeta cargada Luis Suárez para poner el empate. Se equivocó el Eibar atrás, remachó Llorente y en el interior del área, con el arma cargado, el Pistolero Suárez no falló. Empataba el Atlético que encontraba la vía con un hombre crucial y que volvía a ver portería.
INSISTENCIA Y RECOMPENSA
Ya en el segundo tiempo el Eibar siguió con su partido mientras que un Atlético impreciso, no encontraba la forma de meterse en el encuentro. Pese a la entrada de Torreira y Joao Félix, el cuadro armero estaba mejor y se sentía cómodo en el verde. Kike García primero y Arbilla después buscaban sorprender a Oblak, que mantenía su portería con un solo gol. Y mientras tanto, el colegiado Melero López, como todos los de su gremio, hacía de las suyas. Tras más de diez faltas del Eibar, decidió amonestar, por primera vez en el partido, a Felipe. Primera cartulina amarilla para el Atlético, como ya sucedió en el último encuentro de Liga. Sin ocasiones claras de gol, el Eibar aguantaba y el Atlético no encontraba deshacer la maraña defensiva del cuadro local. El cansancio hacía mella en el conjunto local y los rojiblancos lo intentaban. Y apareció el que vino a hacer lo que está haciendo. Luis Suárez, el que no es diferencial. Luis Suárez, que está acabado. Pudo forzar la roja de Arbilla cuando se llevó un balón de Saúl, y cuando encaraba la portería de Dimitrovic, fue derribado por el defensor.
Una falta peligrosa que Carrasco mandó alto en un día donde se escapaban los tres puntos. Pero seguía insistiendo el Atlético por medio de Luis Suárez, que encontró a Joao Félix en la frontal e hizo volar a Dimitrovic. Sacó la mano abajo el goleador local y se resistía el tanto de la victoria colchonero. Sin embargo, apareció el que vino a dar al equipo todo lo que está dando. Luis Suárez recibió un balón largo, lo peleó, se posicionó y fue derribado en el interior del área. Pena máxima en la que Luis Suárez, con alma de pistolero, no falló a lo Panenka y daba los tres puntos al Atlético. Sobre la bocina el Atlético volvía a ganar a un Eibar correoso y peleón.
Tres puntos que saben a gloria para un Atlético que es más líder que nunca con siete puntos sobre el Real Madrid. Ahora, a pensar en el Valencia en casa.
1 comentario en «CRÓNICA. Luis Suárez, un pistolero de gol en Ipurúa»
Comentarios cerrados.