
Atlético Femenino Sporting
Arrancaba el partido en una apacible tarde de domingo. Un nuevo asalto al liderato por parte del Atlético Femenino, que arrancaba con la energía de y ganas de siempre, y con el objetivo de los tres puntos. Las rojiblancas buscaban construir desde la base de la jugada, en las botas de una Laia Aleixandri, que hoy lucía el brazalete de capitana. Las de Dani González volvían a exhibir el recurso que se vio ante el Eibar, atacar el flanco diestro de las andaluzas, esta vez con menos construcción en zona de tres cuartos y más diagonales a la carrera de Kazadi. Una situación que el técnico colchonero buscó corregir, con direcciones claras a sus jugadores «corregid la espalda de Knaak» en una Ciudad Deportiva sin público. La primera llegada, como no podía ser de otra manera, llegó por ese mismo costado con un centro lateral de Kazadi que nadie remató, y otro igual esta vez de Turid, el cual Van Dongen mando fuera tras un gran cabezazo.
Se fue echando para atrás el Atlético en su parcela ofensiva, construyendo más en el medio del campo y buscando pases largos a las espaldas de la defensa. Algo que no le benefició al cuadro rojiblanco, que permitió al Sporting de Huelva su primer acercamiento con un tiro alto desde la frontal. Y cuando el Atlético Femenino volvió a echarse al ataque llegó la más clara de los primeros minutos, con un pase largo a la banda de Knaak que combinó con Deyna quien encontró a Kazadi para colgar un centro con destino a la cabeza de Laurent, obligando a la portera onubense a intervenir por primera vez. El Atlético Femenino reclamaba penalti sobre la francesa, que no concedió la colegiada. El dominio era rojiblanco, pero las ocasiones cambiaban de bando con el correr de los minutos y acechaba el cuadro de Huelva. Sin embargo, Laurent tuvo la más clara del primer tiempo. Regateó a la guardameta, y sola ante la portería mandó el balón por encima del larguero. Tras ello, el partido se fue al medio y se diluyó sin grandes jugadas de ataque antes del tiempo de descanso.
CONTROL Y DOMINIO SIN GOL
Salió más lanzado el Atlético en la segunda mitad y no tardó Deyna Castellanos en avisar con un zurdazo que se marchó alto. Declaración de intenciones de las rojiblancas con réplica inmediata del Sporting de Huelva. Un balón que obligó a Pauline a intervenir, pero con seguridad. Sin embargo, seguía percutiendo el Atlético Femenino, ahora con una jugada ensayada por medio de Turid, que combinó con Duggan pero la alemana no encontró portería. Sin embargo, quien más miedo generaba sobre la meta visitante era Laurent, que se marchó en una gran carrera tras un fabuloso control orientado, pero se quedó sin espacio y saco ya un disparo fácil para Chelsea. Con el correr de los minutos el Atlético Femenino se mostró más eléctrico y vertiginoso, que iba reemplazando la espesura en sus pases por conexiones cortas y enfocadas a llegar arriba quizás motivadas por la urgencia de la victoria. La viva imagen de ese cambio fue Ludmila, que nada más salir al campo protagonizó una de sus ya vertiginosas escapadas. Su velocidad fue demasiada y perdió el cuero.
Si se habla de Ludmila en un costado en el otro la eterna capitana Amanda comenzó a surtir de balones a Duggan, que en uno de ellos la inglesa transformó en un golpeo alto dando lugar a un nuevo aviso para la puerta visitante. El aluvión local se iba haciendo cada vez más persistente con un pase magistral medido de Amanda a Ludmila, a la carrera, pero estuvo rápida la defensa y en la segunda jugada Deyna armó la pierna y volvió a ver como su balón se iba alto. Y lo que era un aluvión se fue tornando en un huracán, el Atlético cada vez más necesitado de sumar otra victoria asedió a los tres palos defendidos por Chelsea. Constantes ataques que llevaron a Laurent a un nuevo fallo. Póker de ocasiones de gol erradas esta vez con un tiro inocuo y fácil de atajar para Chelsea. Ataques constantes y Deyna tuvo la más clara, con un disparo que exigió a Chelsea a intervenir con una gran parada salvadora. Luchando hasta el final continuaba el Atlético intentándolo por tierra y aire con disparos que se topaban con el muro defensivo. Y hasta que nivel de lucha llegaba el partido que Laia se sumaba al ataque en la recta final en busca del ansiado gol. Desde el banquillo lo tenían claro, «al área, ve al área» les decían con ahínco. Ludmila lo intentaba con sus desmarques de ruptura y lo intentaba con un golpeo sin ángulo, fruto de la desesperación. Se escapaba el partido y el Atlético cedía dos puntos ante el colistas.
Ahora el Atlético Femenino tendrá que tener la vista puesta en el duelo directo ante el Barcelona, que marcará gran parte de la lucha por la Primera Iberdrola.