CRÓNICA. Griezmann comanda un Atleti que enamora

Griezmann, así se puede resumir la victoria del Atlético ante el Celta de Vigo en Liga. Un partido siempre complicado tras el parón y que está marcado por la expulsión de Iván Villar. Tres puntos para soñar en grande. Y ahora, la Champions League.

Pese al resultado, no fue nada fácil. La vuelta del parón siempre se le hace cuesta arriba al equipo del Cholo Simeone, que en Balaídos dio la vuelta a la situación y sumó tres puntos para soñar. Todo en un partido que arrancó con muchas imprecisiones en la medular rojiblanca, propiciando ataques celestes que hicieron intervenir a Oblak en un par de ocasiones. Pero todo cambio a la media hora, cuando Iván Villar no consigue blocar un balón centrado al área y ahí apareció Morata, que fue derribado de forma clamorosa. Una acción que acabó en penalti y expulsión del guardameta rival. Una acción que Griezmann no dejó pasar y puso por delante al Atlético.

Una expulsión y un gol que no afectó a un buen Celta, que por medio de Larsen primero y Aspas después, intentó devolver el empate al luminoso. Un empate que no llegó y que pudo cambiar justo antes del descanso. Ahí apareció un siempre activo Samu Lino, que probó a Guaita, con una de sus acciones preferidas. Recibió por la izquierda, se perfiló y su disparo lo sacó el guardameta rival. Todo antes de un descanso en el que el técnico argentino decidió dar descanso al brasileño, debido a unas molestias en la rodilla tras un golpe.

Griezmann, incluso sin querer, sentencia

No fue el único, ya que Pablo Barrios, tras volver de lesión, también se quedó en el banquillo, dando así paso a Riquelme y a Nahuel Molina. Con diez el Celta, ajustó posiciones el Cholo Simeone, teniendo una idea clara, dominar el partido con balón. Eso lo notó el cuadro celeste, que sólo se acercó a la meta de Oblak por medio de Bamba. Todo con un disparo desde la frontal que repelió el larguero. Pero ahí apareció Griezmann para en apenas cinco minutos sentenciar el partido. Primero con una buena acción en la que intentó centrar a Morata, que estaba en el segundo palo, pero se escurrió y batió a Guaita por el primer palo.

Un gol que acabó en risa, con el francés por los suelos y el resto de sus compañeros celebrando. Y apenas unos minutos después, una gran acción de Morata dejó a Nahuel en el corazón del área y la puso atrás para Griezmann, a placer con el interior, pusiera el definitivo 0-3. Una victoria trabajada y sufrida, marcada por el buen hacer del francés y la expulsión de Iván Villar en el primer tiempo.

Otra victoria, ahora tras el parón, y con el Atlético a tres puntos del liderato con un partido menos. Pero ahora, toca centrarse con la Champions League, que regresa esta semana.