CRÓNICA. Semana para olvidar, actitud para cambiar

Puestos a ser crueles, el Atlético de Madrid perdió en el último minuto ante el Cádiz, en un día donde se mereció perder en la Liga. Y es que, pese al empate en la recta final de Joao Félix, el gol cadista dio una victoria merecida para el cuadro local. Todo en un día donde la actitud fue de indolencia e ineptitud.

Con gol del Cádiz. Así empezó el partido un Atlético, que quería remontar la situación de la eliminación de Champions pero que nada cambió. Y es que un gol Bongonda, tras una jugada defendida de forma horrible, se metió en la portería de Oblak. Ahí, parecía que el equipo podía despertar, pero no fue así. Indolencia, ineptitud y un Cádiz que era superior. Sin juego y sin alma por el Nuevo Mirandilla, ante un equipo que en 11 jornadas, no había ganado aún en su estadio. Pero ahí estaba el Atlético de Madrid. De nuevo, volviendo a la línea de 5 y con un equipo irreconocible. Un primer tiempo, sin actitud. Pero tampoco en el segundo, con el Cádiz ganando y sin recibir acciones de peligro por parte de los de Simeone.

Y ahí, el Cádiz quiso hacer daño al Atlético en Liga y por medio de Álex Fernández hizo el segundo. Todo parecía sentenciado a menos de diez para el final. Pero Joao Félix, que acababa de entrar, anotó un doblete que empató el partido. Parecía, al menos, que la actitud del portugués iba a dar un punto al equipo. Aún sin merecerlo. Y pudo hacer su hat-trick con un cabezazo que se marchó rozando la madera. Pero cuando no se merece, lo mejor es perder y eso hizo el Atlético. Y es que en la última jugada, una llegada por la derecha, un centro que no despeja Savic y Rubén Sobrino, con Oblak sin opciones, hizo el tercero y dio la victoria al cuadro local.