
Foto: Denis Doyle/Getty Images
Qué manera de subir y bajar de las nubes… La fría noche se tornó algo más calentita para el Atlético, con el tempranero golazo de Rodrigo De Paul. Un zapatazo de los que le reclama Simeone, pero la temperatura se tornó a helada al minuto. Todo con otro golazo, ahora de Lukebkio. Dos golazos de autor para poner las tablas en un trepidante inicio. A partir de ahí, el Sevilla empezó a jugar mejor, controlar la contienda con balón y ganando todas las segunda jugadas.
Algo que se reflejó en el devenir de la contienda. Sufría en el medio del campo el equipo de Simeone y las cosas cada vez iban a peor. El problema, especialmente, las segunda jugadas que todas eran para los hispalenses. Y a la media hora de juego, Isaac Romero le comió la tostada a Giménez y puso por delante al Sevilla. Un gol que ponía todo cuesta arriba. Pudo empatar el Atlético antes del descanso, gracias a la fe de Giuliano, pero el VAR anuló el gol de Julián Alvarez. Y justo antes, en una internada de Gallagher en el área, el inglés regateó al portero y fue trastabillado, pero ni él ni el VAR señaló un penalti clarísimo.
Sufrir, trabajar, creer y remontar
Ya en el segundo tiempo, el frío se calaba en los huesos de los aficionados rojiblancos. Las segundas jugadas seguían comprometiendo al equipo y a la hora de juego, Juanlo anotó el tercero y parecía todo acabado. Una situación compleja, con el Cholo pidiendo al Fondo Sur que animase para ayudar a la remontada, sin respuesta. Pero la respuesta la puso Barrios con un auténtico pase y un Griezmann letal recortando distancias y haciendo soñar con la remontada a falta de media hora para el final.
Las pérdidas de tiempo era incesantes y el colegiado lo permitía. Pero Lino, tan criticado y de forma merecida, respondió. Se sacó un derechazo de la chistera y puso el empate con un auténtico golazo. Un disparo desde más allá de la frontal que ponía las tablas en el marcador, con la afición volcada y tiempo para firmar la remontada. Y así fue. Pese a las pérdidas de tiempo, con dos o tres jugadores del Sevilla tirados durante varios minutos en el césped. Pero apareció el de siempre, en el que siempre cree el Cholo.
Griezmann rebañó un balón en el área y cayéndose, con la zurda, puso la remontada. Un golazo de los que acostumbra, para sumar tres puntos clave y seguir en la lucha por La Liga. Pero ahora, Bratislava.