
MADRID, SPAIN - SEPTEMBER 07: Antoine Griezmann of Atletico de Madrid celebrates with teammates Joao Felix and Mario Hermoso after scoring their team's second goal during the UEFA Champions League group B match between Atletico Madrid and FC Porto at Civitas Metropolitano Stadium on September 07, 2022 in Madrid, Spain. (Photo by Angel Martinez/Getty Images)
Mal partido, sin juego pero con fe. Mucha fe. Así se impuso el Atlético de Madrid al Oporto en el estreno de la fase de grupos de la Champions League. Sufrir está en el ADN… pero lo de este año se antoja muy largo.
Sufrir es así. El Atlético de Madrid lo trae en el ADN y hoy lo ha vuelto demostrar. Tocaba debutar en Champions, ante un rival complicado y que no iba a dejar al cuadro colchonero moverse. Un primer tiempo en el que el Atleti comenzó dominando, pero el juego empezó a tornar portugués. Sin embargo, las ocasiones eran de color rojiblanco. Primero llegó de las botas de Carrasco, que la pegó desde la frontal con una falta directa que se marchó por muy poco. Fue la más clara con el disparo de Koke, desde la frontal y el golpeo con el interior la atajó sin problemas Diogo Costa. Un primer tiempo donde el colegiado dejó jugar y pese al mal juego, acabó sin recibir ocasiones de mucho peligro.
Ya en el segundo tiempo, el Atlético de Madrid pudo ganar… pero también pudo perder ante el Oporto en el primer partido de Champions. No había juego, todo estaba avocado a un empate sin apenas ocasiones mientras que Taremi vio una amarilla a falta de veinte minutos. Una amarilla que acabó en expulsión tras dejarse caer en el área. Le mostró la segunda cartulina y el Atleti tenía la oportunidad de aprovechar su superioridad. Entre medias, lo de siempre. El Cholo quiso mover ficha y dio paso a Correa en el lugar de Joao Félix. Un cambio que fue silbado y que a la postre, como siempre pese a la inteligencia de los de siempre, adelantó al Atleti. Y es que fue Correa quien condujo en la frontal en la acción del gol de Hermoso. La llevó el argentino, la dejó en la frontal y Hermoso, con un disparo que dio en un rival, la mandó al fondo de la red.
Todo parecía avocado hacia la victoria justo en el momento donde el cuarto árbitro mostraba los nueve minutos de añadido. Todo el mundo lo sabía, tocaba sufrir y así fue. Una de cal y otra de arena. Hermoso defendió una acción y la dio con la mano. Penalti claro y el Oporto no falló desde los once metros. Malestar tras el empate portugués, más aún al estar con uno menos y mucha gente cogía dirección a su casa. Y como dichosos los que creen sin haber visto… Griezmann anotó el último balón del partido tras un córner que peinó Witsel en el primer palo. Un gol de los de no dejar de creer para sumar el primer triunfo.