
Foto: Atlético de Madrid
Llegaba la Liga tras el batacazo europeo ante el Dortmund. El conjunto de Simeone recibía a la Real Sociedad de Garitano. Con dos viejos conocidos como Moyá y Theo, la afición no iba a dejar un momento de apoyar y animar a los suyos. En las buenas y en las malas, un día más, se dejaron la voz en el Nuevo Metropolitano.

Echó a rodar el esférico con varios cambios en el once. Savic y Arias irrumpían en el once junto a Correa, dejando fuera a Filipe Luis y Lemar. Arrancó el equipo con mucha fuerza, con una presión alta y un Correa muy eléctrico. El propio Ángel buscó la portería de Moyá en el primer cuarto de hora, pero el meta txuri urdin atajó sin problemas los dos balones. Por la derecha Arias comenzó mostrando un nivel muy alto, con internadas constantes y muy firme atrás. Saúl probó fortuna con un disparo que rechazó la defensa y en el que no tuvo que intervenir Moyá. Muy previsible el Atlético en sus acciones de ataque y sin ninguna chispa que hiciera amenazar la meta visitante. Correa era el más activo y el destinado a desequilibrar el encuentro a la balanza rojiblanca. Griezmann probó fortuna con una tijera en el interior del área que se marchó por encima del larguero. Un gran latigazo de un Antoine muy trabajador, comprometido en ataque y sacrificado en defensa. Respondió la Real con un disparo de Rubén Pardo que se marchó rozando el poste de la meta defendida por Oblak. El esloveno apenas había aparecido hasta el momento pero el disparo realista pudo comprometer la portería a cero. Correa intentaba desequilibrar el encuentro y en el último minuto del primer tiempo lo hizo. Hizo magia, de las suyas en el borde del área y puso el balón atrás. Lo despejó al borde del área pequeña un defensa blanquiazul y Godín, con alma de delantero, envió el esférico al fondo de la red. Remate ajustado que rebotó en el poste y abrió la lata justo antes del descanso.
En el segundo tiempo Filipe entró por Lucas, que se marchó con molestias musculares. Arias tuvo la primera ocasión clara con un disparo cruzado que se marchó por línea de fondo. Lo intentaba el Atlético en el campo, mientras la grada agradecía a Moyá los servicios prestados a la vez que se acordaba de la traición de Theo. Atacaba el Atlético que quería el segundo. Por ambas bandas presionaba el cuadro de Simeone que consiguió el segundo gracias a otro defensa, Filipe Luis. El brasileño recibió en el borde del área y con la derecha la mandó al fondo de la red. Limpió las telarañas de la portería defendida por Moyá. Golazo del lateral izquierdo que ponía la ventaja en el marcador. Tras el segundo tanto el Atlético se ponía momentáneamente líder y mostraba una de las mejores versiones de la temporada. Griezmann y Costa, pese a no marcar, mostraron una versión inmejorable. Trabajo, presión, esfuerzo y una garra digna de la camiseta del Atlético de Madrid. Atacó el Atlético con cabeza, humildad y rebeldía dando tres puntos importantísimos para la entidad. Lemar entró a diez minutos para el final en lugar de un Correa que dio una cara increíble al Atlético. Con dos a cero y una gran versión, el Atlético se iba a dormir líder de primera.
Tres puntos más que importantes antes de visitar al Sant Andreu en la Copa del Rey. El equipo de Simeone ahora afronta su competición fetiche, la competición del KO.