Foto: Atlético de Madrid
Lleno espectacular en el Cerro del Espino para ver lo que se ha convertido en el clásico por excelencia del fútbol femenino español. Desde el fondo un claro mensaje: Coraje y Corazón. Un duelo de mucha categoría para conseguir un objetivo único, la final de la Copa.
El partido comenzó con un Barça queriendo el balón, llegando una y otra vez a la zona rojiblanca y forzando dos córners. El Atleti no tardó en despertar y la grada, sin parar de cantar, llevaba al equipo en volandas. Y llegó la primera ocasión para el Atleti, un pase filtrado de Jenni para Ludmila que la brasileña tras un recorte no acertó ante Sandra Paños. El rechace le cayó a Amanda, quien no consiguió convertir la primera jugada de peligro de las rojiblancas. El desborde de Ludmila fue el recurso más utilizado por las de Sánchez Vera, que encontraron entre Mapi y Andrea Pereira, un hueco para buscar a la brasileña. El Barça solo fue capaz de completar una jugada con el disparo de Mariona que atrapó sin problemas Lola.
El Atleti poco a poco se fue haciendo con el control del esférico y llegaba una y otra vez a pesar de no culminar jugadas. No fue hasta justo antes del descanso cuando estalló la fiesta. Un balón botado por Ángela Sosa desde la banda derecha, lo acabó rematando a la red con un gran testarazo Ludmila. Todo ello previo toque de Tounkara, que colocó el esférico en el borde del área pequeña. La locura llegó al Cerro del Espino, que llegó con una victoria muy importante.
En la segunda mitad Lola tuvo tiempo para lucirse con una estirada que salvó el empate. También se lució Sandra Paños en un paradón a Jenni, que se plantó ante la meta azulgrana tras una pared entre Amanda y Ludmila. El Atleti se vino arriba y comenzó a combinar con más precisión en tres cuartos de campo. Ludmila dejó un detalle que levantó a la grada con un pase de espuela en la frontal del área. La grada que supo reconocer el esfuerzo de sus jugadoras se levantó también para aplaudir a Laia Alexandri quién realizó un partido impecable, peleando todos los balones que recorrían su banda. En su lugar entró la suiza Calligaris.
Ludmila siguió con su recital y tras marcharse de Mapi León con un autopase remató con la puntita de la bota al palo largo para poner el segundo en el marcador. El partido se puso más y más tenso, llegaron las faltas, los encontronazos, y algunas disputas lejos de lo futbolístico. Solo un remate de Oshoara al palo silenció al estadio. Ludmila, no aguantó más y se fue al suelo, en un claro ejemplo del esfuerzo físico realizado durante el encuentro. Desde el fondo se volvió a desplegar aquella pancarta del inicio del encuentro que tan bien demuestra los valores de las colchoneras: Coraje y corazón.
En una esquina, Koke, Griezmann, y Godín disfrutaban de los minutos finales, la afición saltaba sabiendo que solo queda un paso, una cita en Granada, en el Nuevo Los Cármenes, para conseguir la copa del rey. El doblete está más cerca que nunca, y este Atlético no deja de crecer.
