CRÓNICA. Victoria de récord eclipsada por el pésimo arbitraje

Los pupilos del Cholo mantienen una línea de récord y el Atlético sumó una nueva victoria, ahora ante el Alavés, y ya miran al liderato de La Liga. En casa, se iguala la racha de 14 partidos sin perder.

Tras el traspiés europeo, el objetivo era volver a sumar de tres en el Metropolitano. Todo con un Alavés necesitado de tres puntos, con Samu Omorodion entre sus filas. Y fue el jugador cedido por el Atleti el que tuvo la primera tras un error de Morata, pero su disparo se topó con un buen Savic. Un inicio de partido en el que respondieron con ocasiones Saúl, Hermoso y Riquelme, siendo este el más activo del cuadro local.

El cantero sumaba una nueva titularidad y respondía ante las exigencias del Cholo Simeone. Mientras que Morata quería seguir sumando cifras goleadoras. Lo pudo hacer en el ecuador del primer tiempo, tras un centro del propio Roro, que le puso un balón perfecto al ariete madrileño, que remató alto. Y justo después, se cambiaron las tornas. Recibió Morata, tras un buen paso de Griezmann, centró al segundo palo y Riquelme, tras un control perfecto, batió a Severa por el palo corto con un gran punterazo.

Un auténtico golazo del jugador que más Rock and Roll daba al equipo en el Metropolitano. Todo en un buen primer tiempo y en el que Oblak también se tuvo que hacer fuerte. Lo hizo desviando a córner un centro babazorro. Y cuando todo parecía abocado al descanso, killer Morata se convirtió en mago y tras un recorte perfecto, envió con la zurda el balón al palo largo de Sivera. Un auténtico golazo del madrileño, que suma y sigue, con nueve goles entre Liga y Champions.

Sufrimiento innecesario y arbitraje nefasto

Partido tranquilo, controlado y con todo encaminado hacia una nueva victoria. Sin embargo, el colegiado Muñiz Ruíz, lo evitó. Y es que a menos de veinte minutos para el final, Llorente se deshizo de su defensor pese al agarrón, con la línea de la ventaja incluida, puso un balón perfecto al segundo palo y Griezmann no falló. Pero la jugada quedó invalidada por la ineptitud del árbitro. Ya que cuando el español se decidía a poner el centro y una vez Muñiz Ruiz dio la ley de la ventaja, decidió parar el partido.

Pitó la falta a favor del Atlético, pero paró el partido para amonestar a Duarte por la falta y también a Llorente por soltar el brazo. Una acción similar a la de hace unos años y que acabó con Joao Félix expulsado. Una acción que generó la incredulidad total, con jugadores, entrenador y aficionados en el Metropolitano. A partir de ahí, el trencilla perdió los papeles y el partido, tranquilo hasta el momento y en el que acabó mostrando hasta cinco amarillas.

La sentencia quedaba anulada y ahora tocaba remar. Ahí el Alavés se hizo fuerte y quiso soñar ante el Atlético, con una remontada que parecía increíble en esta nueva jornada de Liga. Pero ya en el tiempo de descuento, Guevara remató de primeras un centro y batió a Oblak. Puso el susto en el cuerpo a los rojiblancos, que les costó mantener la portería a acero y vieron como los babazorros recortaban distancias.

Victoria de récord, ganando los últimos 14 partidos en casa y a tiro del liderato, con un partido menos. La próxima aliada, Gran Canaria, donde se medirán a Las Palmas.