
Foto: Club Atlético de Madrid
El Atlético de Madrid mostró una gran versión en un día donde el Betis sucumbió al juego colchonero y la lluvia del Metropolitano.
Bailando bajo la lluvia. Así disfrutó el Atlético de Madrid de un grandísimo partido, ante un Betis que sucumbió al juego colchonero y con la presencia de Luis Aragonés. Muchos se quedarían en casa, pero la afición colchonera no. Contra todo y contra todos, incluso el tiempo. Y era necesario hacerlo en un Metropolitano que cada día que pasa tiene un aroma más cercano a lo que se domina hogar. Con la presencia de Luis Aragonés, el partido comenzó, como es habitual, con un arbitraje digno de estudio. Arberola Rojas mandó al limbo un penalti clarísimo sobre De Paul. William Carvalho llegó tarde y golpeó con la plancha al argentino que se quejaba. Era muy claro pero ni el del Comité castellano manchego ni su homólogo en el VAR señalaron nada. Se desesperaba el Cholo en el palco, porque cabe recordar que a él sí lo expulsaron en el Ciutat de Valencia. Pese a ello, el Atlético imponía un buen juego y tanto Correa como Carrasco eran los más activos. El primero de los dos filtró a Griezmann que hizo volar a Bravo para evitar el primero del Atlético.
Llovía a mares en el Metropolitano y el Atleti se sentía como pez en el agua. Y como pez en el agua se siente Carrasco encarando en el área, lo que llevó a ‘romper’ a un defensor rival y batir a Bravo. El Atlético hacía el primero al Betis con un auténtico golazo y ante el que nada pudo hacer el conjunto verdiblanco. Buena cara y juego, la afición no cesaba de cantar pese al temporal y Arberola Rojas demostrando que el nivel del arbitraje va de mal en peor. Agarrones, faltas por detrás y ni una sola amarilla. Pero luego Simeone es el expulsado.
Danza rojiblanca bajo la lluvia
Ya en el segundo tiempo y tras perdonar alguna ocasión en el primero, el Atlético quería sentenciar. Y nada más empezar Suárez remató con la parte de atrás de la cabeza fuera un centro medido de Griezmann. Justo después Hermoso hacía el segundo a la salida de un córner que acabó siendo anulado. Un fuera de juego digno de estudio de arquitectura pero que no benefició al cuadro colchonero. Seguía percutiendo bajo la lluvia, bailando y sintiéndose cómodo en uno de los mejores partidos del curso liguero. A eso se sumaban las llegadas a balón parado, que generaban peligro tras mucho tiempo. Esta vez fue Giménez, que remató en el borde del área pequeña un balón que se marchaba rozando el palo. Había tocado en William pero el árbitro no da el córner. Mientras tanto se desespera Simeone desde el palco por los agarrones constantes del Betis que acababan en nada.
Tanto intentarlo tuvo su recompensan. En un saque de esquina al corazón del área, Pezzella llegó pasado de frenada y cuando intentó despejar se anotó en propia. Todo ante la mirada de un Giménez que esperaba, solo, el balón. Tierra de por medio y turno para Joao Félix. El portugués, que había partido desde el banco, saltó para poner la sentencia. Joao corrió, tras un espectacular pase de Carrasco, y mano a mano ante Bravo no perdonó. Hacía el tercero pero levantaba la bandera el línea. Sin embargo, estaba vez era muy claro que estaba en posición correcta y el Atlético disfrutaba bajo la lluvia en un día para enmarcar.