
Foto: Club Atlético de Madrid
Cuando todo parecía imposible, el Atleti lo hizo posible. Victoria capital en el Cerro del Espino del Atleti B ante un rival directo como el Cacereño, con uno menos durante una hora y con Carlos Martín dando una victoria crucial en Segunda RFEF.
Que manera de subir y bajar de las nubes. El Atleti B sabía que estaba obligado a ganar en el Cerro, ante un rival directo por los puestos de play-off. Ganar era imperativo para el cuadro de Tevenet, que vio como Carlos Martín lo intentaba en el primer cuarto de hora. Volvía a la titularidad el capitán y pichichi del equipo, que quería ayudar para sumar tres puntos necesarios. Un cuarto de hora en la que Marco vio una amarilla que a la media hora de juego provocó la expulsión por doble amarilla.
El filial se quedaba con uno menos, con empate a cero y con una hora por delante. Algo que provocó la entrada de González en el lugar de Cala. Reestructuraba el equipo García Tevenet, para hacerse fuerte atrás y salir a la contra. Un primer tiempo en el que el Cacereño, pese a su superioridad, solo lo intentó en una acción sobre el área de Iturbe por medio de Relu.
Resistencia y victoria agónica
Ya en el segundo tiempo, el equipo de García Tevenet se puso el mono de trabajo y llevó a la perfección el manual de resistencia del equipo. Un partido que se calentaba y derivada en las amarillas para Gismera y Ethyan. El único objetivo, enganchar una contra que pudiera decantar el partido. Y eso acabó sucediendo. En el último minuto de partido, el Atleti B llegó al área del Cacereño y el colegiado no lo dudó. Pitó penalti por mano clara. Ahí, Carlos Martín no dudó, engañó al portero y dio los tres puntos al Atlético.
Victoria crucial del filial colchonero, que se mantiene en los puestos de play-off y se distancia del resto de perseguidores. Se queda a cinco puntos del Melilla, líder, y vuelve al segundo puesto a falta de que juegue el Navalcarnero.
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