
Cróncia
Después de la eliminación europea ante la Juventus, el Atlético quería desquitarse en Liga. En una plaza nada fácil de torear, San Mamés, los del Cholo llegaban con un cambio de sistema. Todo ello con la necesidad de sumar tres puntos para no descolgarse del Barcelona y seguir manteniendo la ventaja con el Real Madrid.
Echó a rodar el esférico en el verde del estadio bilbaíno. En unos primeros compases donde ambos equipos se tantearon, se volvía a reivindicar la gran calidad de Rodri. El centrocampista es muy bueno, y su presencia en el campo se nota. Tras cuarto de hora e juego el Athletic comenzó a hacerse con el control del esférico y a dominar a un Atlético fuerte, que se acomodaba atrás. El equipo vasco, pese al dominio de la posesión, no conseguía llegar sobre la meta de Oblak. Con el correr de los minutos el cuadro local se acercaba sobre la meta colchonera. Era por la banda izquierda con un centro lateral el cual Muniain no conseguía a empalmar hacia la portería. El que si lo consiguió fue Ibai entrando por la derecha. El ex jugador bavazorro, según caía y sin dejarla botar, la pegó con la derecha y Aerolíneas Oblak aterrizaron en San Mamés.
Jan Oblak y la parada de cada día no podía faltar en San Mamés. Tras esta acción el encuentro entró en la recta final de la primera mitad, lo que significaron los minutos más calientes hasta el momento. El Athletic llegó a reclamar hasta dos penaltis, siendo revisado el segundo de estos por el VAR que no fue a más. Saúl despejó con la cabeza, y el balón le rebotó en la mano pero el colegiado entendió que no era nada. El tridente Costa-Griezmann-Morata no aparecía, y eso el Atlético lo notaba. E igual que Ibai la tuvo para el Athletic, Griezmann pudo abrir el marcador justo antes del descanso. A la espalda de la defensa, como durante toda la primera mitad, recibió y controló para internarse en el área. Pero ante la presencia de De Marcos cayó en el área mientras reclamaba penalti. Nada señaló Jaime Latre que en la contra posterior mostró la amarilla a Rodri, que se pierde el próximo partido por acumulación de tarjetas.
La segunda parte arrancó en San Mamés sin cambios y con un Atlético más activo. Griezmann quería aparecer ante una de sus víctimas favoritas. A los diez minutos llegó la más clara del partido para el Atlético. Griezmann comenzaba a bajar a sacar el balón y en una salida rápida se la dejó a Costa que vio a Morata, a quien no llegó el balón en una clara ocasión de gol. Era mejor ya el Atlético que quería ganar en Liga. Respondió al gran inicio colchonero Iñaki Williams. El vasco, tras una gran transición, golpeó con la derecha pero Oblak atajó sin problemas. Corrían los minutos cuando Jaime Latre entró en escena, junto al VAR. Morata en el interior del arma y preparó la pierna, cuando al golpear San José puso el pie por delante. Mikel San José no tocaba balón y evitaba así que el ariete colchonero pudiera golpear el balón. Tras ir al VAR el colegiado decidió no señalar pena máxima y acabó con El Profe Ortega expulsado por protestar. Respondió Muniain con un gran cabezazo que atajó sin problemas.
El Atlético estaba mejor y merecía el gol que le adelantara en el marcador. Koke buscaba el área con un centro que Unai quiso despejar y por casi se va a su propia portería. Poco más de veinte minutos en una segunda mitad que solo tenía un dominador, y en la tare noche de Bilbao vestía de azul celeste. Pero la noche se iba a tornar en azul de tormenta, en un error atrás de Giménez. Córoba acababa de entrar al terreno de juego cuando peleó ante el charrúa, y se llevó el balón. El central se quedaba parado pidiendo falta, el jugador local disparó y Williams, al segundo palo, entró para batir a Oblak ya vendido. El Atlético se ponía así por detrás en el marcador con poco más de quince minutos para el final. Y tras el gol, misma dinámica pero sin poder ganar los tres puntos. El Atlético quería el gol que merecía por la segunda mitad que estaba haciendo, cuando el Cholo dio paso a Correa. El argentino sustituía a Juanfran. Los minutos pasaban y la más clara la volvía a poner Williams, quien buscó la escuadra de Oblak la cual no encontró por centímetros. Pero segundos después Kodro, que acababa de entrar al campo, le sirvió para hacer el segundo. Balón de Ibai a la espalda de la defensa y Kodro, con la fortuna de que golpea en Giménez, la envía por encima de Oblak que nada puede hacer. Pudo recortar distancias Morata, que erró a la salida de un córner solo. Y luego Thomas hizo intervenir a Iago Errerín, quien sacó un misil del ghanés.
El Atlético se marchaba con una nueva derrota en una semana negra. La actitud cambió pero el objetivo de ver puerta fue nefasto ni siquiera con cuatro delanteros arriba. Solo queda otra cosa que seguir.