Atletico Madrid's French forward Antoine Griezmann celebrates with teammates scoring his team's first goal during the Spanish League football match between Athletic Club Bilbao and Club Atletico de Madrid at the San Mames stadium in Bilbao on October 15, 2022. (Photo by ANDER GILLENEA / AFP) (Photo by ANDER GILLENEA/AFP via Getty Images)
No pedíamos más. Trabajo, garra, pelea y huevos. Eso es lo que se le pedía al Atlético y eso es lo que demostró en Liga, ante el Athletic para imponerse por la mínima. El unocerismo y el cholismo es así, y se demostró. Ahora, a seguir.
El Atlético de Madrid salió a demostrar que el cholismo está más vivo que nunca. Era una plaza complicada y con varias sorpresas en el once. Con mucho músculo en el medio, con De Paul y Kondogbia, para dar libertad a Koke. El problema, que esta Liga, da igual el rival, está premeditada. Y se demostró. Balón a la espalda de la defensa de Giménez, la peleó Morata y tras ganar el duelo a Yeray, anotó el primer gol del partido. Un gol que anuló Figueroa Vázquez a petición del VAR. Un gol que era legal y debía haber subido al marcador. Tocaba seguir, en un partido que el Atlético dominaba ante un Athletic que apenas generaba peligro en la novena jornada de Liga. Todo en un primer tiempo de muchísima intensidad, pero con la actitud y el carácter que se le debe pedir al equipo.
Unocerismo, cholismo y garra
Volvía a rodar el balón en la segunda mitad con el mismo arbitraje de Figueroa Vázquez. Pero ahora nada pudo hacer. Balón en profundidad a Morata, que la puso atrás y Griezmann, con la calma necesaria, la empujó al fondo de la red. Se adelantaba el Atlético en San Mamés. Todo el mundo sabía que el árbitro haría de las suyas y tocaba trabajar contra todo y contra todos. Incluida una lesión de Oblak, que se marchó tras un duro golpe en el aire y que le provocó un fuerte dolor en el hombro. Un segundo tiempo sin ocasiones claras para ninguno de los dos equipos y con los colchoneros controlando el partido.
El partido se estaba haciendo muy largo y la intensidad estaba pasando factura. Por ello, el Cholo decidió realizar cambios y entre ellos estaba Joao Félix. El portugués apenas duró unos minutos, ya que en una acción fortuita se llevó un golpe en la cadera y dijo no poder continuar. Se mantuvo en el verde, pero apenas pudo hacer más… El resto, con Reinildo a la cabeza, apretó los dientes y defendió el resultado. Y así lo hicieron. Con dos paradones de Grbic y un Reinildo que salvó un gol bajo los palos. Todo minutos después de ver como Figueroa Vázquez pitó un penalti por mano, después de que el remate diera, de forma clara, en la cara del mozambiqueño. Lo tuvo que anular y el Atlético consiguió una victoria de categoría.
