
FOTO: AtléticoDeMadrid
Después del resultado del partido de ida, el rival (con todos los respetos que merece) y la tarde de perros que se había quedado en Madrid, se juntaban todos los ingredientes para pensar que el partido iba a ser una suerte de sesteo en toda regla hasta terminar de consumir los 90 minutos del mismo. Nada más lejos de la realidad. Desde que se anunció la alineación, con un buen puñado de titulares más Costa y Vitolo, estaba claro que el Cholo no iba permitirlo. Desde luego, los valientes que han acudido esta tarde al Metropolitano sin tener en cuenta todas las inconveniencias mencionadas, se merecían algo bueno de verdad y creo que el desempeño hoy del Atleti les ha recompensado el esfuerzo.
Una vez visto a Diego Costa en los últimos partidos, y comprobado que sigue siendo el mismo Diego Costa de siempre, quedaba por ver con qué pie iba a entrar Vitolo el equipo en su primer partido como titular, tras los minutos que disputó en la segunda parte de la ida. El canario respondió con creces. Hizo lo que se esperaba de él: desbordó, se asoció, llegó y marcó.

En cuanto a Costa, él a lo suyo. Da igual que se trate de un partido de Champions, un amistoso en las Bahamas o una eliminatoria ya decidida en la ida. Para Diego no hay diferencia. Siempre quiere más sin importar quién está enfrente y qué es lo que se juega. Simplemente disfruta haciendo lo que hace, y encima lo hace a la perfección. En una semana ha conseguido mejorar exponencialmente el rendimiento del equipo. Solamente tres partidos incompletos y la diferencia se palpa. Como la noche y el día. El primer gol es un resumen perfecto de lo que vuelve a aportar tres años y medio después: recuperación en campo propio, conducción vertiginosa de un Carrasco al que se le empiezan a ver brotes verdes, desmarque a fulgurante del de Lagarto, siguiendo la contra, y acabando la jugada con una asistencia a Carrasco, que no perdona. Principio y fin de la jugada, del contraataque. Tan simple cuando él está en el campo, y tan complicado sin él desde que se fue… Y no solo eso, es que está mejorando a todos los que tiene alrededor. Torres es mejor a su lado, Gameiro es mejor a su lado, Griezmann también… Es como si todos los que tiene alrededor de repente se sintieran más libres. Él acapara la presión y además está encantado de hacerlo. Por otra parte, esa retirada de los focos sobre estos jugadores ha mejorado la competencia interna. Todos los que entran en el equipo responden.
Así las cosas, el Atleti se planta en los cuartos de final de la Copa y el viernes conocerá su próximo rival, con la satisfacción que produce el deber cumplido y afrontar el futuro con optimismo. Porque como dice el anuncio, Costa es la felicidad al cuadrado.