El conjunto de Diego Pablo Simeone venció en un complicado encuentro que afrontaban con muchas bajas, destacando la ausencia de Gabi y Gameiro, ambos por lesión. Tras el empate del Sevilla frente al Leganés, el segundo seguido tras el cosechado con el Alavés, el Atleti consigue recortar así un total de cuatro puntos de seis posibles en las dos últimas jornadas, a un Sevilla que parece sufrir las consecuencias del duro y complicado campeonato liguero, sumado a su participación en la Champions League, en la que se juega su pase a cuartos este martes frente al Leicester City.

El conjunto colchonero partió con Thomas en el centro del campo acompañado por Saúl ante la baja de Gabi, flanqueados en las bandas por Koke y Gaitán. El ghanés, sorpresa en el once, cuajó un buen partido en facetas defensivas, robando una gran cantidad de balones, posiblemente los mismos que perdió a la hora de sacar el balón jugado, algo que le faltó al mediocentro colchonero. Thomas, que contó para Simeone bastante en la temporada pasada, ha sido una de las ausencias de la temporada, y tras su regreso de la Copa África, en la que ha sido titular con Ghana, parece que se está ganando un puesto. Ahora sólo le falta asentarse y volver a ser el de la temporada pasada. Por otro lado, Gaitán fue sustituido en la segunda mitad después de no ser el hombre influyente que se espera, desde su llegada en el último mercado estival.
La parte positiva la ponen los hombres que se ocuparon de batir al Memo Ochoa: Carrasco y Griezmann. El belga volvió a su mejor versión. Combinó, luchó cada balón, encaró y desbordó, consiguiendo así poner en serios apuros a la defensa nazarí. El único pero, sin quitar ningún mérito al gran hacer del belga, fue el mal hacer de cara a portería, algo que si hizo su compañero de fatiga, Griezmann. El ariete francés ha anotado cuatro de los últimos cinco goles del Atlético de Madrid y se ha convertido, tras el tanto de este sábado, en el máximo goleador de cabeza de la liga, pese a su pequeña estatura.
Pese al sufrimiento vivido, Simeone también buscó soluciones con la presencia de Giménez en el centro del campo, como mediocentro defensivo. Esto ha sido algo que ya ha probado varias veces en lo que va de temporada, y que parece que no será difícil de ver a lo largo de lo que resta de temporada, teniendo en cuenta a las cuantiosas bajas con las que cuentan Simeone y los suyos. Y es que pese al sufrimiento, el Atlético venció con el ADN que el conjunto de la Ribera del Manzanares atesora.