
Foto: Club Atlético de Madrid
Por aquellos avatares de un martes por la noche, se me ocurrió poner Estudio Estadio, con la casualidad de que en ese momento iban a poner el resumen del Real Sociedad – Atleti. Antes de dar paso al resumen, el presentador, Juan Carlos Rivero, quiso aportar su tan valorada opinión sobre la victoria rojiblanca, diciendo que se había producido «como es habitual en el equipo de Simeone: sin brillantez». Así… y se quedó más ancho que largo.
No sabemos qué partido vería el amigo Rivero, pero lo cierto es que el Atleti jugó con una personalidad y autoridad realmente intimidatorias. De equipo muy grande. Y lo hizo ante un gran equipo que le plantó cara con todas sus armas y no se rindió en ningún momento. Con un Carrasco estelar y con Koke al mando de todo, los visitantes fueron una roca que terminó por llevarse por delante a los realistas, impotentes ante el despliegue físico y táctico de los de Simeone. Tras una primera parte de mucha igualdad, al poco de iniciarse la segunda, una falta lateral lanzada con maestría por Carrasco, como ya hizo hace unos días en Salzburgo, fue rematada, como aquella vez, por un Hermoso que crece a pasos agigantados cada partido.
No paró ahí el Atleti, que siguió apretando a los donostiarras hasta que una maravillosa jugada entre Koke, Carrasco y Suárez, fue culminada por Llorente con un latigazo letal para hacer el 0-2 y culminar una enorme demostración de juego, por más que, tanto a Rivero como a los comentaristas de Movistar + y a tantos otros, les parezca un aburrimiento que un equipo que tira 3 veces a puerta marque 2 goles. No hay derecho. Eso sí, ahora el Atleti vuelve a ser el máximo favorito, por más que hacer 10 días Simeone estaba acabado después de su primera derrota en Liga. Simeone. Ese que justo cuando se cumplen 9 años de su llegada al banquillo colchonero, consiguió en Anoeta su victoria 300 en 499 partidos. Claro, para eso es el que más cobra…