
FOTO: AtléticodeMadrid
Salió el Atleti a tratar de liquidar la eliminatoria para evitar sustos en un partido de vuelta que se jugará en un campo helado y en unas duras condiciones. El 3-0 deja pocas dudas y salvo hecatombe no esperada estará en el bombo del sorteo de cuartos de final dentro de una semana. Lo peor del partido vino en la víspera, cuando se confirmó lo que se venía rumoreando desde antes del partido en el Camp Nou: Jan Oblak estaba tocado. Finalmente, se confirmaría la titularidad de Axel Werner, hasta hace un par de semanas tercer portero y debutando ahora en unos octavos de final de Europa League, tras la espantada de Moyá.

Pronto se vio que a los rusos les esperaba una tarde dura y que el debutante Werner iba a convertirse en un espectador más. Los del Cholo pusieron mucho ritmo desde el primer minuto y el Lokomotiv sufría intentando mantener el orden de sus dos líneas de 4. Thomas se puso un día más en el mando de operaciones, Giménez echó el candado atrás y todo quedó en manos del acierto de los de arriba. Correa fue de más a menos. Costa y Griezmann lo intentaban, pero les faltaba chispa. En estas, Saúl no se le ocurrió otra cosa que agarrar un balón en la medular y, tras perfilarse, largar un disparo sublime desde 30 metros que se coló por la misma escuadra, confirmando que solamente sabe marcar golazos, especialmente en competición europea. No se conformaron los rojiblancos, que siguieron buscando la portería del Lokomotiv. Griezmann la tuvo a los pocos minutos, después de robarle la cartera a Guilherme. Sin embargo, apenas empezada la segunda parte, un rechace del propio Guilherme, tras rematar Griezmann en boca de gol un centro de Saúl, fue cazado por Diego Costa parar hacer el segundo. A partir de ahí, los rusos quisieron estirarse, pero el Atleti era inmensamente superior. Cuando parecía que todo iba a quedar en 2-0, un galopada de Juanfran, fantástico ayer, fue culminada por Koke para hacer el tercero y poner un pie en los cuartos de final. Un gol que no esconde que el vallecano no está pasando por sus mejores días. Muy impreciso todo el partido, pero, eso sí, siempre insistente. Insistencia que que le hará salir del pozo más pronto que tarde.
Y ahí acabó el partido. Con la sensación de que el Atleti va en serio a por la competición y que el que quiera disputársela va a tener que sudar sangre para hacerle frente. Después de los objetivos por los que hemos estado peleando estos últimos 4 años puede parecer poco, pero para volver a esos escenarios no hay nada mejor que afrontar la realidad que te toca vivir y superarla.