Bolo invernal, navideño o como se quiera del Atleti en Alejandría, en el denominado Partido de la Paz ante el club más laureado de África, el Al Alhy de Egipto, que resultó ser un combinado de jugadores procedente de otros equipos de Egipto, dado que mismamente ayer disputaba partido de la liga egipcia. Alguien tendría que explicar para qué sirve este tipo de partidos y si en realidad se organizan en interés de lo que dicen ser, pero supongo que nadie nos lo explicará, aunque no hay que ser muy listo para imaginar intereses económicos ocultos.

En cuanto a lo meramente futbolístico, tampoco se pueden sacar conclusiones de la pachanga. Simeone introdujo a varios canteranos de inicio junto a algunos habituales y retiró a Oblak cuando apenas se habían disputado 15 minutos, por si las moscas, no fuera que a uno de los pilares principales de este equipo le diera por lesionarse tontamente. Y así, durante una hora de partido, el Atleti se dedicó a realizar su particular ejercicio de la Paz pasando olímpicamente del partido, del rival y de todo lo que se le puso por delante. Únicamente Carrasco intentó algo, sin nada de acierto. Fue a partir de esa hora y de la entrada de Griezmann y Gameiro que las cosas cambiaron completamente. Ante el último partido sin Diego Costa, Kevin no quiso firmar la paz ni hacerla con nadie. En 20 minutos hizo un hat trick y pudo meter otros dos perfectamente. Los egipcios se disolvieron como un azucarillo, al tiempo que cada cambio por su parte suponía la entrada de cuatro o cinco efectivos nuevos.
Finalmente lo que empezó siendo un 2-0 en contra, se convirtió en un 2-3. Nadie se acordará del Partido de la Paz en unos días. Faena de aliño, a casa. Y Mañana Vitolo y Costa a escena con su presentación en el Metropolitano. Dos tipos que tampoco entienden mucho de paz.