Los vientos soplaban a favor, el Atleti llegaba lanzado en su conquista de sueños imposibles, justo entonces apareció la fatalidad. La lesión de Godín provocó un escalofrío en la espalda de todos los colchoneros. No se sabe todavía el alcance de la lesión a falta de pruebas, podría no estar listo para jugar frente al Bayern. Una baja importante para un momento realmente importante. El equipo no pierde solamente al mejor central del mundo, sino a un auténtico líder.
Foto: clubatleticodemadrid.com
Emergió en su lugar, otra vez y para nuestra tranquilidad, un vigilante de apenas 20 años que pone firme a los rivales recordándoles el escudo al que se enfrentan. El destino está empeñado en que Lucas sea protagonista de este final de temporada. El francés está bautizándose en fuego en todos los escenarios posibles: en casa frente a rivales de menor entidad, en Champions frente al todopoderoso Barça, y ayer en la nueva Catedral. Su duelo fue con la pareja de baile más incómoda del mundo, un tipo que penaliza los errores a base de goles, Raúl García. Salió victorioso y dejó un recado para Del Bosque en Onda Cero: «Todavía puedo jugar con la Selección, España me lo ha dado todo.»
Si de reclamar un puesto en la Roja iba la noche, quien mejor reivindicándose que el tercer máximo goleador de la historia de España. Fernando Torres vacunó al Athletic para conseguir tres puntos de oro con un cabezazo imponente, servicio de Monsieur Griezmann mediante. Cuando sus fiscales hablaban de fracaso, de retirada, de fichar por Qatar, o la MLS de pronto y como ha hecho toda la vida resurgió, ahora mismo ya está en la mejor racha de su carrera profesional. Cinco partidos oficiales consecutivos marcando. Y qué momento. El más decisivo.
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Tras el gol llegó el momento de proteger ese búnker llamado «el área de Oblak». El éxito de esta misión sirvió para añadir otra cifra más a la histórica campaña defensiva del Atleti. 21 partidos de Liga con la portería a cero. Casi nada. La mira está puesta en superar el récord de la temporada 93/94 del Deportivo con 18 goles en contra en los 38 partidos.
Pero la gloria sabe mejor cuanto más se ha sufrido, y el partido no nos dejó sin nuestra dosis de amagos de infarto. Los tres puntos eran vitales ante rival más difícil de los que quedan en un escenario complicado. Los rivales no pincharon, es más, fueron masajeados y a penas sufrieron desgaste. Sin embargo, la segunda parte del Atleti les transmitió un mensaje: no regalarán nada, seguirán molestando hasta el final.