
FOTO: La Liga
Antes de hacer análisis precipitados del choque ante el Deportivo de La Coruña, no viene mal echar un vistazo al banquillo con el que Atlético de Madrid ha afrontado la noche: Werner, Antonio Montoro, Keidi Bare, Antonio Moya, Juan Agüero, Fernando Torres y Diego Costa… No está en mi pensamiento ni en mi intención hacer de menos a ningún jugador de este equipo, y mucho menos cuando viene de la cantera, teniendo en cuenta de donde han salido Koke, Saúl, Gabi, Lucas o Fernando Torres. No obstante, resulta chocante que el segundo de la Liga, se tenga que jugar tres puntos en la jornada 30 con semejante rompecabezas, gracias a sanciones, lesiones y los conocidos desvaríos en la gestión de la plantilla. El partido fue horroroso, sí. En ningún momento hubo sensación de control ni grandes ocasiones. El equipo dejaba demasiado espacio entre líneas y defensivamente se transmitían dudas. Solamente nos salvó el pésimo momento que está atravesando el Deportivo y su inoperancia con el balón. Tuvo sus oportunidades, desbaratadas por Oblak y por un rapidísimo Lucas, jugándose el tipo y la expulsión para evitar el empate. Sin embargo, el análisis futbolístico del partido no se puede entender sin todos los condicionantes explicados al principio.

Debutó con notable en el lateral derecho Carlos Isaac Suárez. No se arrugó el canterano ante las circunstancias y se empleó con desparpajo a lo largo de todo el carril, tanto en la marca como a la hora de llegar a línea de fondo. Fue sustituido a la hora de partido por Diego Costa, lo que significó que Thomas, pasara al lateral derecho, con Correa por delante de él, para evitar el destrozo que estaba haciendo Adrián por esa banda. Con Thomas pasa como con esas navajas multiusos o esos kits de bolsillo multiherramientas. Siempre viene bien llevarlos encima cuando sales de excursión a la montaña. Porque eso es lo que fue el partido de anoche: una montaña de circunstancias adversas.
Después de semejante paliza al final el pobre Thomas tuvo que ser sustituido con calambres y el partido fue muriendo al tiempo que el Deportivo de La Coruña se terminaba de desinflar. Tres puntos más y a rezar para ir recuperando efectivos durante el transcurso de la semana ante la ida de los cuartos de final de la Europa League.
Por último, vistos los antecedentes, no creo que lo hagan, pero no estaría demás que, por una vez, se escuchara al aficionado que va al estadio todas las semanas. Evolucionar no significa tener que renunciar a tus símbolos de golpe. No es tan difícil de entender.