Partido intenso el que se ha visto en Mestalla esta tarde entre el Valencia y el Atlético de Madrid. Frente a frente dos equipos cortados por el mismo patrón que han empatado con justicia en un duelo en lo que lo táctico ha predominado sobre cualquier otra cosa y en el que el Atleti suma un punto más después de este absurdo maratón de partidos fuera de casa para comenzar la Liga.

No es baladí el dato. Cierto que el equipo lleva ya más de 9 sin salir derrotado a domicilio, pero jugar 3 partidos fuera es dar demasiada ventaja a tus rivales desde el principio y pienso que la situación de tener que dar tiempo a terminar las obras de nuestra nueva casa se debería haber gestionado de otra forma. Una más de las muchas que añadir en un club en el que los del palco se empeñan en estropear lo que los del césped consiguen.
Pero eso es otra guerra. En el campo hoy el Atleti salió mandón. Combinaciones rápidas, presión alta e intensidad. A los 5 minutos la tuvo Correa en un disparo que rebotó en Garay y obligó a lucirse a Neto. Era el primer aviso. Después el Valencia consiguió nivelar las fuerzas gracias al empuje de un Parejo que este año parece otro y se está echando al equipo a la espalda. El Valencia quería, pero abusaba de balones al área que Oblak, Lucas y Savic se encargaron de controlar en todo momento. El Atleti se fue replegando buscando la contra y a punto estuvo de conseguir su objetivo en un error en la salida del balón del Valencia que Vietto desperdició con todo a favor y en una potentísima conducción de Carrasco en la que su egoísmo privó de una clara opción de gol al propio Vietto. Ahí murió el partido del belga.
En la segunda parte, nueva ocasión de Vietto rematando mal un centro desde la izquierda y otra de Gaitán, que salió por Carrasco. Simeone dedició meter más madera con Gameiro y Torres, pero el efecto fue justo el contrario: el Atleti ya no volvió a tener peligro. Tampoco lo tuvo el Valencia. Así, ambos equipos dejaron transcurrir los minutos con miedo a que un zarpazo de última hora por parte de uno de los dos diera al traste con las opciones del otro.
Mención especial al partido de Thomas Partey. Estuvo en todas partes y casi siempre eligió con criterio. Fue un auténtico centrocampista box to box. Se incrustó entre los centrales cuando apretaba el Valencia, estuvo siempre atento a las coberturas de los laterales, especialmente de un Juanfran que sigue transmitiendo ciertas dudas, y a la hora de salir desde atrás rápido siempre sacó el balón con claridad. Aquí hay mediocentro.
Lo mismo sobre Saúl. A este ya le conocemos, pero no podemos dejar de destacar el impresionante su impresionante despliegue físico y su calidad con el balón.
Y ahora, otra prueba más fuera de casa, y más seria si cabe. Nuestra casilla de salida en nuestro cuarto intento consecutivo de alcanzar la máxima gloria continental. Roma en el horizonte… Eterna… Inmortal. Nuestro primer obstáculo para ser eternos e inmortales también. Sea.