Simeone decidió que había que clarificar cuanto antes las dudas que dejó el resultado del partido de ida y puso en liza a un equipo plenamente reconocible para liquidar la eliminatoria lo antes posible. Ningún experimento, ningún canterano ni concesiones a la galería, salvo las rotaciones de Griezmann, Godín, Filipe y Saúl. Había que pasar evitando sobresaltos y esfuerzos extra. Y si no que le pregunten a la Real o al Athletic… El arranque del equipo fue en la misma dirección y a los 30 segundos Vietto dispuso de la primera ocasión para inaugurar el marcador. Ya sabemos que no sería la única…

El Atleti siguió percutiendo contra su rival con más corazón e intensidad que acierto en los últimos metros. Vietto seguía a lo suyo (fallar en boca de gol), hasta que llegó el minuto 30, en el que Giménez remató a la red un córner, tras salida en falso de Vallejo. A los 2 minutos Torres hacía el segundo tras un gran disparo de Carrasco que rechazó Vallejo. Llegaba el descanso y el partido se ponía plácido. El Elche a duras penas pasaba de su propio campo y no había necesidad de recurrir al armamento pesado.
En el segundo tiempo el Atleti bajó el pistón y el Elche siguió sin apretar lo más mínimo. Era acelerar un poquito y los ilicitanos se descomponían con facilidad. Torres falló la clara y después metió la complicada, controlando un balón muy difícil en el área y poniéndola en la misma escuadra. Ahí se acabó todo y nos echamos a sestear un rato. Todos menos el bueno de Luciano, que seguía con su particular mal de ojo. Los últimos 20 minutos del partido fue un constante buscar todos a Vietto, a ver si marca de una vez. No había manera…
Según el hinduismo, la energía en el cuerpo humano está distribuida en seis centros energéticos, que son los chacras. Cada chacra concentra y distribuye el tipo de energía al que está asociado según su ubicación, para cumplir diferentes funciones. Originariamente fueron seis y en el siglo XIX se reformularon y pasaron a ser siete, ubicándose el séptimo en la cabeza. Luciano, amigo, quizá aquí esté la respuesta. Dicen que la meditación también ayuda… Lo que está claro es que a este mal no existe explicación científica.