
Carrasco Atlético Barcelona
Ni 10 minutos ha necesitado la central oficial de información para proclamar a los cuatro vientos que el Atlético, no solamente es candidato al título de Liga, sino que además es el gran favorito tras vencer al Barcelona. No se engañen, es un regalo envenenado. Como todas las veces que se ha decretado que el Atlético tenía la mejor plantilla de su historia. Obligando al aficionado colchonero a exigir títulos desde su lugar en el pedestal futbolístico junto a Madrid y Barça. Todo ello en aras a una ingente inversión en fichajes que obviaba interesadamente lo que se ingresaba por ventas. Incluso, no han parado de insistirnos en la forma en que había que jugar. Porque nos tenía que dar vergüenza ver cómo jugaba el Atleti, aunque ganara. No podíamos conformarnos con intentar quedar siempre entre los tres primeros y estar al acecho de que los dos que ya conocemos fallaran para intentar el asalto. Eso era mentalidad de equipo pequeño, como si en esas temporadas anteriores a la llegada de Simeone hubiéramos ganado 6 Ligas.
El Atlético superó a un Barcelona extraño
El partido del Atlético ante el Barcelona no ha hecho sino confirmar lo que veníamos viendo durante las últimas semanas. El equipo ha evolucionado, ha madurado y ha entrado en una dinámica de la que va a ser difícil que se baje porque está ya muy interiorizada. Por más que vengan malos momentos (que vendrán). La cantidad de registros que se manejan en función del momento del partido y de lo que hay en la plantilla son fruto del trabajo, la paciencia y el tiempo. Estas cosas no caen del cielo. Cuando hace un año Simeone decía que estábamos en una temporada de transición, se refería a eso. Lo hemos dicho en alguna otra ocasión. El Atleti cambió una columna vertebral legendaria, por otra con otras características que aún estaba por hacer. Los Oblak, Koke, Saúl, Giménez o Savic tenían que ser las bisagras que unieran ambos mecanismos. La noche de Anfield y la vuelta del confinamiento empezó a cambiar las cosas.
A día de hoy el Atleti es capaz de manejar un partido ante el Barça en todas las facetas del juego, con balón y sin balón. Sorprendiendo con una línea de 3 centrales, con 2 carrileros largos como Trippier y Carrasco y desnivelando el partido gracias a eso. Con notables ausencias, como las de Suárez, Torreira o Herrera. Todos están enchufados y todos sienten que aportan. Porque antes que Carrasco recogiera un magnífico balón al espacio sin mirar de Correa y acariciara el balón con la espuela para salvar la salida de Ter Stegen y conseguir el 1-0. Saúl pudo haber reventado la red con un zapatazo sacado por una mano milagrosa del portero alemán. Poco después fue el larguero el que, tras una eléctrica jugada de todo el frente de ataque, culminada por un delicioso balón interior también de Correa que remató Llorente con violencia, frustró el gol rojiblanco.
«Los que hoy hablan de favoritismo, mañana hablarán de obligaciones y de fracasos si no se consiguen los objetivos establecidos por ellos»
Tras el descanso, el Atleti, lejos de encerrarse atrás, siguió a lo suyo. Joao y Koke manejaban los tiempos del partido con una suficiencia insultante, mientras los azulgranas perseguían sombras. Saúl, volvía a estar a la altura y la línea de atrás, junto con Oblak, desbarataban el escaso peligro que les llegaba. Especial mención para Mario Hermoso, inexpugnable en defensa y con mucho sentido a la hora de sacar el balón jugado desde atrás. El gol empieza en un regate suyo en área propia a Griezmann (hablando de sombras) que acaba en un balón largo que recoge Correa para asistir a Carrasco.
No quería acabar sin dedicar unas palabras al árbitro, Munuera Montero, muy solícito siempre con las protestas visitantes y con una dudosa vara de medir en cuanto a las faltas y las tarjetas de unos y otros. De hecho, la lesión de Piqué viene precedida de una clamorosa falta de Alba a Correa en la frontal del área que Munuera no quiso ver. Como tampoco quiso ver un alevoso pisotón de Messi a Trippier.
En definitiva, tres puntos importantísimos para seguir arriba y ampliar la distancia con los rivales. Pero no consuman regalos envenenados. Los que hoy hablan de favoritismo, mañana hablarán de obligaciones y de fracasos si no se consiguen los objetivos establecidos por ellos. A lo único que es candidato el Atleti es a ganar al Lokomotiv en el próximo partido. Todo lo demás son cantos de sirena.