Sin ser un partido especialmente diferente de los últimos que ha disputado el Atleti en las últimas semanas, esta noche hemos asistido a la constatación de lo que todos sabíamos de antemano, que no es otra cosa que hay un puñado de jugadores en la plantilla a los que, por unos motivos o por otros, la camiseta del Atlético de Madrid les está excesivamente grande. El primero que lo sabe es Simeone y aún así, hasta ahora no ha tenido otra opción que tragar con ello. A partir de enero, Diego Costa y Vitolo deberían ayudar a paliar carencias. Una de ellas es la sempiterna y manida falta de gol. Cuando el juego no es fluido, como ha pasado hoy, cuando hay problemas de creación y al centro del campo se le hace bola el partido, sabiendo que además no estamos muy sobrados de fantasía, tener a un tipo que te recoge un melón, lo guarda y hace de él un balón de fútbol e incluso sabes que se va a encontrar alguna situación clara de gol que no se va a desaprovechar, como sí ha hecho hoy Gameiro, pues es como tener un tesoro inmenso. Cuando ves que el equipo no tiene profundidad y que solamente Filipe y Saúl son los que percuten desde un costado, que Koke está desbordado y que Thomas no es el mismo de hace unas semanas, tener a un jugador con la polivalencia, la llegada y la fuerza de Vitolo puede ayudar a oxigenar a los que trabajan sin desgasta en el medio, y, en definitiva, a sumar.

No son las únicas carencias de la plantilla. Con un Gabi al que ya se le hacen largos partidos y con un Augusto que hoy ha sido un absoluto desastre en los 10 minutos que ha estado en el campo, demostrando que su falta de minutos en lo que va de temporada es por algo, urge encontrar un 5. Si puede ser antes, mejor que después. Dicen que Rodri está atado para la temporada próxima, pero no estaría de más encontrar algo en este mercado…
Aún así, el Atleti no ha hecho deméritos suficientes ni el Espanyol méritos bastantes, como para que el resultado haya sido el que se ha dado. Todo podría haber cambiado si Griezmann no se hubiera tirado cuando quedaba en una situación clara para marcar o si el ínclito Gameiro hubiera culminado una fantástica jugada de Antoine de una manera medianamente decente a lo que se supone debe corresponderse con un delantero centro de un equipo que aspira a competir en todas las competiciones que disputa.
Y ahora a disfrutar de las vacaciones y a volver en 2018 con los nuevos, y esperemos que alguna sorpresa más. De igual manera, adiós y gracias a los que sabemos que no van a seguir, y veremos si en este aspecto también hay alguna sorpresa… Desde luego la cara de hoy del Cholo era todo un poema. En cualquier caso, lo de hoy ha sido un paso atrás, pero tampoco tiene que significar un drama. La situación del equipo en la tabla, cómodamente asentado entre los cuatro primeros, invita a no ponerse nerviosos y a la confianza. Por fin llega el momento que estábamos esperando desde hace más de cinco meses. Por fin llegan los que estábamos esperando. Ahora más que nunca, partido a partido… Y, por supuesto, feliz Navidad y feliz 2018.