Un inesperado protagonista ha amenazado con aplazar el partido entre el Celta y el Atleti que cierra la primera vuelta de la Liga: el tiempo. Las intensas lluvias de los últimos días inundaban los aledaños de Balaídos y parte de las instalaciones locales, hasta tal punto que el Celta tuvo que suspender la venta de entradas este viernes por imposibilidad ya que todos los accesos se encontraban anegados por el agua. Por suerte la remisión de la intensidad de las lluvias en los dos últimos días y el enorme trabajo de los operarios del Celta han posibilitado que la previsión de que se juegue el encuentro sea de un 100%.

Parece esta situación el presagio de un combate durísimo por la zona noble de la clasificación. El Atleti persigue su sueño de mantenerse líder hasta que el Barça finalmente juegue su partido aplazado. El Celta en cambio aspira a seguir en la lucha por los puestos que dan acceso a Europa. Pero esta pelea viene de viciada por la normativa de la competición. Esa que permite que, antes incluso de haberse terminado la primera vuelta, un equipo grande pueda privar a uno pequeño de uno de sus pilares. Es como si Goliat le hubiese quitado su honda y su piedra a David para golpearle con ellas. El Atleti (que es un pordiosero en comparación con dos equipos, pero un gigante con respecto a los otros 17) fichó a Augusto Fernández, uno de los pilares del éxito celtiña en el presente curso. ¿Legítimo? Sí, por supuesto. ¿Ético? Al menos moralmente cuestionable.
El argentino es la principal atracción del encuentro. Podría jugar su primer partido de Liga con el Atleti en casa del equipo donde jugó su último partido de Liga. Simeone todavía no ha confirmado once a expensas del tiempo y de cómo se encuentre el campo mañana cuando lleguen. Sin embargo ha venido apostando en los entrenamientos por un once con Augusto jugando de 5 y con Vietto como acompañante de Griezmann. El esquema que parece podría plantear es de un 4-4-2, en el que completarían el centro del campo Gabi, Koke y Saúl. A pesar de todos los análisis que hagamos de la alineación titular, quizás deberíamos empezar a hacer análisis de la gente que se queda en el banquillo. En los últimos encuentros de los rojiblancos han sido precisamente los jugadores que salían del banco los que finalmente han aportado los detalles decisivos. Será otra oportunidad para examinar si finalmente el equipo resuelve sus problemas con el gol.

El anfitrión, el Celta, llega mermado. No sólo por el fichaje de Augusto sino también por las lesiones de Nolito y Fontás, y el sancionado Rubén Blanco por su expulsión frente al Málaga. Berizzo ha reclamado ya algún fichaje para suplir la baja del flamante fichaje rojiblanco, ya que Radoja que sería el jugador ideal para ocupar esa plaza podría no ser suficiente para cubrir ese puesto lo que resta de temporada. A falta de otras soluciones serán Wass, Aspas y el incansable Orellana los que lleven el peligro al área de Oblak. Aspas en su retorno a Vigo ha encontrado el fútbol que parecía haber perdido. Orellana en cambio se ha convertido en una de las estrellas de la Liga. Con menos prensa que otros, el chileno es el verdadero pulmón del ataque vigués. Aporta intensidad en la presión, y una calidad descomunal a la hora de asistir a sus compañeros e incluso aportando goles. Neutralizar su juego será clave para librar a los rojiblancos de pasar una mala tarde.
A los 20:30 (Canal+ Partidazo, y via Twitter @atleticosport) podrán seguir este emocionante cierre de la primera vuelta.