Yannick Carrasco se convierte en el primer nombre propio negativo de la pretemporada del Atlético de Madrid. El belga se ha visto forzado a abandonar la sesión de turno de tarde al torcerse el tobillo izquierdo. Poco después de incorporarse a la disciplina rojiblanca, ya sufrió un golpe en la misma zona. Pese a ello, continuó ejercitándose con el grupo sin aparentes problemas hasta esta tarde de jueves.

La gravedad de la lesión está por ver; el delegado de campo lo ha trasladado para ser examinado por el doctor Villalón, aunque en casos extremos tampoco debería afectar a que esté prácticamente al 100% para el inicio de la liga, ya que esta comienza dentro de un mes y una lesión grave de tobillo no excede demasiado ese tiempo. Aunque realmente, y siendo consciente del golpe sufrido previo al abandono, Carrasco se retiró con bastante rapidez para evitar que fuese a más. En todo caso, y más sabiendo cómo le gusta trabajar a Simeone y su cuerpo técnico, se podrá perder al menos parte del trabajo restante en Los Ángeles de San Rafael antes del partido ante el Toluca, algo que seguro no será de buen agrado para el Cholo.
La realidad es que Yannick ha sido el mejor jugador del Atleti durante la primera vuelta de la pasada campaña, y lleva un año y medio siendo un fijo para Simeone. Un jugador con mucha personalidad, muy versátil y que ha jugado en las tres posiciones de corte ofensivo en el 4-4-2 clásico de la era Simeone: interior izquierdo, interior derecho e incluso delantero centro, además de ejercer de extremo cuándo el conjunto rojiblanco se ha probado en el 4-3-3. Además, sobre el papel, Carrasco va a ser a partir del 1 de enero el motor principal de Vitolo, y viceversa, por lo tanto, es vital que el belga llegue en el mejor momento de forma en ese punto de la temporada para que la motivación de ambos por un hueco en el once sea máxima.