Joao Miranda homenajeado y ovacionado en el Metropolitano

El jugador brasileño Joao Miranda, ese que tantas alegrías nos dio, visitó por primera vez el Metropolitano. Lo visitó con el Ínter de Milán para jugar un amistoso la International Champions Cup. El amistoso del prestigioso torneo ponía fina la pretemporada. Una pretemporada que concluyó con derrota tras el golazo de Lautaro Martínez. El Atlético caía por la mínima ante el equipo de Miranda.

Pero salir vencedor del encuentro no ha sido la mayor alegría de hoy para el central. Miranda ha salido ovacionado por la que fue su afición, por esa que tantas veces le gritó «Miranda ale, ale, ale». Una canción que sonó y mucho en el Calderón. Canción que el brasileño se ganaba en cada acción defensiva y con cada gol, 13 en total. También ha sido motivo de alegría para Miranda el ser homenajeado por el que fue su club, recibiendo su placa conmemorativa por los 178 partidos disputados con la rojiblanca. La recibió, nada más y nada menos, que de manos de Luiz Pereira. Una Leyenda colchonera, que se la entregó junto a los cinco títulos que consiguió con el Atleti. Qué recuerdos de la Europa League y Supercopa de Europa en 2012, la Copa del Rey en 2013 y la Liga y Supercopa de España en 2014.

El momento más importante del central como colchonero fue sin duda el gol que ponía el 1-2 en el Bernabéu. Aquel gol otorgaba al Atlético la Copa del Rey en el año 2013, frente al Madrid. La primera hazaña a nivel nacional del Atleti del Cholo. Joao se adelantó a todos en el primer palo y nos permitió levantar el título. En la temporada siguiente su dupla con Godín, tanto defensiva como goleadora, fue uno de los grandes motivos por los que el Atleti se alzó con La Liga.

Solo fueron cuatro temporadas en el club, pero se consiguió ganar el corazón de todos los colchoneros con su juego y sus muestras de cariño hacia una afición que siempre le apoyó. Salió del club de forma honorable, pensando que ya no podía ser tan importante en el equipo. Cedió su hueco a los más jóvenes, además de un legado que Giménez y Savic continuaron.