Tal día como ayer, un 13 de septiembre del año 1987, saltaba al terreno de juego como titular y con el 5 brillando en la espalda un joven argentino de apenas 17 años, nuestro Diego Pablo Simeone. Su equipo era entonces el Vélez Sarsfiel de la liga argentina. Jugó los 90 minutos de partido a pesar de que el resultado no fuese favorable para su equipo (derrota por 2-1 ante Gimnasia y Esgrima La Plata).
Se aseguró rápidamente su puesto en el once titular y tan sólo un mes después, el 12 de octubre, anotó su primer gol con el equipo, único tanto en la derrota contra el Deportivo Español, que salió vencedor del encuentro por un reñido resultado de 2 goles a 1.
A penas un año después, en 1988, el «Cholo» Simeone ya fue llamado para competir con la elástica albiceleste, y al siguiente año, coge un avión con destino a Italia para fichar por el Pisa.
Su primer título cayó en 1991 con la Selección Argentina. Fue, ni más ni menos, la Copa América, con el duro Brasil como rival. Su palmarés como jugador es más que destacable, con cinco trofeos en campeonatos nacionales y siete internacionales.
En el 92 aterriza en Sevilla con un nuevo reto, esta vez en España. En dos temporadas marcó 16 goles en 73 partidos. Y de ahí, a Madrid, al Atlético de Madrid. Con 28 goles en 123 partidos, sin duda, se convertía en un jugador más que importante para el club. En 1997 se marcha pasando también por el Inter, el Lazio, el Atlético de nuevo, y finalmente el Racing, donde se retiraría como jugador en el año 2006.
Y del campo, al banquillo, y no como suplente, sino para llevar el mando del equipo, como entrenador. Antes de llegar al Atlético de Madrid en el 2011, el argentino se probó con equipos como el Racing Club, el River Plate, el Estudiantes de La Plata, el San Lorenzo y al Catania italiano. Siete temporadas con el club colchonero se dice pronto, pero queremos llegar a lo más alto con el argentino, y además, se pueden conseguir muchos triunfos, ya que recientemente firmó hasta 2020 con el equipo de Madrid.