CRÓNICA. Reacción y respiro en el Carranza

Reacción y respiro del Atlético tras un buen partido ante el Cádiz en el Carranza. Trade noche de goles y buenas sensaciones para seguir creciendo. Próximo partido: Mallorca.

No hay tiempo de pararse a pensar en lo que sucedió. Lo único que importaba es el presente y el Atlético llegaba a Cádiz con la necesidad imperiosa de sumar de tres. Ganar era el único objetivo y para ello Simeone contaba con el mismo once del Metropolitano ante el Milan. Un primer tiempo con un dominio algo engañoso. Y es que los de Simeone controlaban con balón, pero apenas generaban peligro y el Cádiz no iba a perder el tiempo. Apenas un par de acercamientos daban lugar a la ilusión. La mayor fue de Suárez, que lejos del área sufre, pero que recibió en el interior y en el punto de penalti, tras la peinada de Griezmann, acabó golpeando alto. Sin embargo, nada más que eso y un Savic imperioso permitían llegar al descanso con empate a cero. Lo importante, el dominio aunque sin ocasiones del Atleti, que mantenía su portería a cero.

Ya en el segundo tiempo llegó la reacción total y el respiro final del Atleti. El Cholo contaba con Felipe en el campo por la lesión de Giménez y no había hecho ningún nuevo cambio. Seguía confiando y trabajando en post de la victoria. Y al poco de empezar Savic pudo hacer el primero a la salida de un córner que sacó Ledesma. Pero nada pudo hacer el arquero al cabezazo inapelable de Lemar, que no dejó escapar el precioso centro de Carrasco. Euforia total, menos para Simeone. El argentino respiró aliviado y se sentó, en una imagen que da a entender la situación colchonera. Lejos de echarse atrás, continúo percutiendo con buen juego y un gran Lemar, que junto con Carrasco, estaban siendo los mejores del equipo. Y el francés pudo ampliar la ventaja con un balón que le dejó solo con Ledesma, pero no consiguió picarla.

Pero apenas cinco minutos después su compatriota, Antoine Griezmann, no perdonó y puso el segundo tras una buenísima acción combinada entre Lemar y Llorente, que llegó a línea de fondo para ponerla atrás y que el galó remató. Y si primero perdonó Lemar tras el 1-0, también lo hizo Griezmann tras el 2-0. Nueva acción por la derecha, con Llorente que la volvía a ponerla atrás y el francés, esta vez, se topaba con un defensor. Y con el correr aparecieron los cambios y con ello el de siempre. Juega menos pero su compromiso es total. Correa culminó en el área una jugada trenzada entre Griezmann y Cunha para sentenciar. Todo parecía hecho pero el Choco Lozano recortó distancias en una acción extraña, tras un rebote y que Oblak no salvó. Pero justo después, sin tiempo para ninguna especulación, Cunha recibió entre líneas y fusiló a Ledesma. Se sentenciaba en una noche de reacción y respiro en el Carranza.