Contracrónica: «Suma y sigue»

CONTRACRÓNICA. Victoria ante el Valencia y el Atleti más líder con un Luis Suárez pichichi y Joao Félix recuperando su mejor versión.

Atleti Valencia

Definitivamente, el Atleti es una roca esta temporada. Lejos de entrar en el pánico que otras temporadas se entraba al encajar un gol en contra y lejos de tener que sudar tinta para remontar, como ha ocurrido tantas veces. El equipo tiene una confianza tan ciega en sus propias posibilidades, que el tremendo zapatazo de Racic que se introdujo en la escuadra de Oblak, apenas varió el plan que los rojiblancos estaban desarrollando hasta ese momento. Porque antes del 0-1, los locales ya estuvieron a punto de adelantarse con anterioridad en el marcador por medio de Joao Félix nada más sacar de centro. Y de Giménez en un cabezazo a la salida de un córner que despejó Doménech con muchos problemas. El Valencia también tuvo su ocasión previa al gol de Racic, aprovechando la autopista que un errático Vrsaljko ofreció durante toda la primera parte. Oblak la desbarató. El Atleti venció al Valencia.




Decía que el gol valencianista no varió el plan desarrollado por los de Simeone. Tanto fue así, que la ventaja visitante no llegó a los 10 minutos de vida. Otro córner magníficamente lanzado por Lemar, al segundo palo, fue rematado acrobáticamente con la suela por Joao Félix. El francés volvió a ser uno de los más destacados del partido. Un jugador que parecía estar ya perdido para la causa, desaprovechando oportunidades una y otra vez durante dos temporadas, ha sufrido una metamorfosis asombrosa. Antes siempre elegía la peor opción. Ahora, todo lo que hace lo hace con criterio, tanto corriendo hacia adelante como cuando hay que hacerlo hacia atrás. Juega, hace jugar, pero también sabe recular y robar para salir. Premio para él y para Simeone por la insistencia de ambos cuando ya casi todo el mundo pensábamos que estaba sentenciado. Fue incluso objeto de un claro y tonto penalti transformado por De Burgos Bengoetxea en juego peligroso del francés de manera incomprensible.

La segunda parte trajo un Atleti con el traje del rodillo puesto. Simeone cambió a Vsaljko por Lodi y Carrasco pasó a la banda derecha, donde dio un auténtico recital de juego y desarrolló una demostración física subiendo y bajando sin parar por la banda. Peligro constante cada vez que pasaba del medio campo con el balón y secante en defensa, no permitiendo que el Valencia no pudiera volver a a atacar por su banda.

No tardaría en llegar el 2-1 en una combinación coral del equipo desde el área chica propia, arrancando desde los centrales, sorteando la asfixiante presión del Valencia en área propia gracias a Savic, Giménez, Lodi y una espectacular maniobra de Mario Hermoso, rompiendo hacia dentro, girándose y lanzando un milimétrico balón largo a Joao para asociarse con Luis Suárez, que definió con un toque maestro cruzado al ángulo largo en el único resquicio que le dejó Gabriel Paulista, más empeñado en tapar lo que había a su espalda que cerrar la única posibilidad de tiro, detectada en una fracción de segundo por el instinto del uruguayo.




El 2-1 desbocó aún más a los rojiblancos espoleados por Carrasco y Llorente, que una vez entraban como cuchillos en la defensa valencianista. Un perfecto balón al espacio del primero fue aprovechado por el segundo para llegar al corazón del área y asistir a Correa en el 3-1. 20 minutos por delante y partido sentenciado. Pudieron llegar más. Carrasco se empeño en la sangría y cerca estuvo el cuarto gol. El Atleti crecía con el paso de los minutos y el Valencia, que plantó cara durante muchos minutos, no pudo hacer, sino claudicar ante el empuje rojiblanco, que no se quitó el traje de rodillo hasta el pitido final. Empuje físico ayudado también por la concatenación de resultados positivos. Cuando las cosas salen bien, las fuerzas se multiplican.

Al final, una victoria más, una muesca más en el revólver de Suárez, 3 puntos más y un partido menos. 47 puntos en total y aún 2 partidos de la primera vuelta pendientes, pero como dijo Simeone después del partido, «Cádiz«.

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