
FOTO: AtléticoDeMadrid
150 victorias. Esa es la histórica cifra que alcanzó Diego Pablo Simeone este fin de semana en La Rosaleda. Y es que en su partido número 235 como técnico rojiblanco en la Liga, el argentino cosechó un registro solo al alcance de los entrenadores más ilustres en la historia de la competición doméstica. Nombres como Johan Cruyff, Miguel Muñoz, Helenio Herrera o Luis Aragonés copan la lista de selectos técnicos que llegaron a tal número de victorias. Sin embargo, ninguno de ellos lo consiguieron en tan poco tiempo. Ni el Barcelona del ‘Dream Team’ ni el Real Madrid de los Di Stéfano, Gento y Puskás. Nadie ha alcanzado un promedio tan alto como el Atlético de Madrid del ‘Cholo’.
Muchos han sido los que se han aventurado a despotricar contra el estilo de juego de los rojiblancos estas últimas semanas. Curiosamente, coincidiendo con la consecución de un nuevo récord por parte del argentino. Sin embargo, la victoria por la mínima en Málaga ha significado algo más para los colchoneros. Con el empate del Getafe en el Camp Nou, la diferencia entre Atlético y Barcelona se ha reducido a siete puntos. Justo cuando los chicos del ‘Cholo’ se han reenganchado a la pelea por el título liguero, las críticas contra su fútbol han aflorado más que nunca. “Aburren a las ovejas” o “no juegan a nada” son varios de los comentarios que ha tenido que escuchar el bonaerense sobre el juego que está desplegando su equipo en esta temporada. Algunos como Antonio Sanz –director de comunicación de Bahía y miembro cercano al entorno de Fernando Torres– fueron más allá y plantearon la opción de su destitución.

Pero los números, que son el algodón en esto del balompié, no engañan. Nadie mejora las estadísticas de Simeone. Pero su legado va más allá. Desde su llegada, el Atlético de Madrid ha pasado de ser un equipo que coqueteaba con el descenso a ser la alternativa real al duopolio formado por Real Madrid y Barcelona desde 2004. Tan real que los colchoneros terminaron conquistando su primera Liga en 18 años gracias al ya legendario gol de Godín en el Camp Nou. Sin embargo, lejos de ser un oasis en el desierto, el ‘Cholo’ ha seguido manteniendo al Atlético en la pelea por el campeonato. Lo hizo en la 15/16, cuando solo una derrota con el Levante en la penúltima jornada lo apeó de la lucha hasta el final. Ahora, después de un verano sin poder fichar y tras superar algunas dificultades como el cambio de estadio o la eliminación en la Champions, el cuadro rojiblanco es la única amenaza de un invicto Barcelona.
La clasificación tampoco admite discusiones. El que muchos han calificado como el peor Atlético de la era Simeone suma, a estas alturas, su segunda mejor puntuación con el ‘Cholo’ en el banquillo: 52 puntos. Solo los 57 puntos del año de la Liga superan las cifras de un equipo que solo ha sumado una derrota en todo lo que lleva de curso. Fue en Cornellà-El Prat frente al Espanyol, justo cuando el encuentro ya veía el final. Casi nada. Pese a estos impresionantes datos, hay un registro especialmente llamativos en las magníficas cifras cosechadas por el Atlético durante esta Liga. Actualmente, el cuadro colchonero es el único equipo de las grandes ligas europeas que ha encajado menos de diez goles (9 en 23 partidos). Se trata no solo de la mejor marca defensiva en la centenaria historia del club, sino de toda la Liga. Únicamente el Deportivo de La Coruña en la temporada 93/94 igualó estas cifras con Paco Liaño bajo los palos.
No se puede cuestionar, a día de hoy, que el Atlético de Madrid es el mejor equipo del mundo en el aspecto defensivo. Algo impensable antes del aterrizaje de Diego Pablo en Madrid, cuando la defensa formada por Juanfran, Godín, Miranda y Filipe hacía aguas frente a un Segunda B como el Albacete. Ver para creer. Sustentados por un inmenso Jan Oblak, el Atlético es uno de los equipos que menos disparos recibe a puerta de toda la Liga. De hecho, los rojiblancos solo han recibido 23 disparos a puerta en las últimas nueve fechas. O lo que es lo mismo: 2,5 tiros a portería por encuentro. Una consecuencia del excelente trabajo realizado por el cuerpo técnico en esta faceta.
No, el Atlético de Madrid no juega bonito. Su fútbol está muy lejos de ser estético y agradable para los ojos del espectador neutral. Simeone lo admite, no se esconde. Pero no le importa. “Jugamos tan mal que por eso competimos tan bien”, llegó a afirmar en una ocasión. Y razón no le falta. Mientras los periodistas escriben ríos y ríos de tinta maldiciendo el estilo del argentino, los rojiblancos sigue el discurso del anhelado Luis. Gana, gana, gana y vuelve a ganar. 1-0 o 0-1, poco importa. Partido a partido, punto a punto, el cuadro colchonero molesta de nuevo. Y eso solo puede significar una cosa: que este Atleti, por mal que le pese a algunos, está más vivo que nunca.