Contracrónica: «Planteamientos erróneos y debates interesados»

Tras el Atlético – Chelsea urge recuperar las sensaciones. Tiempo y mimbres hay. Entrenador, también. Llevamos 10 años viéndolo.

Atlético Chelsea

Peor no puede estar resultando el mes de febrero para el Atlético de Madrid. Lo que hasta hace 2-3 semanas todo era felicidad y un futuro de lo más optimista, hoy, un día después de caer ante el Chelsea en la ida de los octavos de la Champions, todo son dudas en el Atlético. Han bastado 2 empates y 2 derrotas en los últimos 5 partidos para resucitar fantasmas. Y para aprender que, como se ha repetido desde aquí hasta la saciedad, las temporadas son muy largas y dan para todo. Más aún en estas circunstancias tan extraordinarias provocadas por la pandemia, que tanto a afectado a la plantilla del equipo directa e indirectamente. Teniendo que disputar el partido como local a más de 3.000 kilómetros del Metropolitano.




No estuvo el equipo cómodo en ningún momento. El planteamiento inicial de 5 atrás con Llorente y Lemar en las alas y bloque muy bajo, como nunca esta temporada, le daba toda la iniciativa al Chelsea que movía y movía el balón de lado a lado con paciencia. Los ingleses lo intentaban incidiendo más por el costado que defendía Lemar y con Mount haciendo de enganche. El inglés se movía por toda la zona de tres cuartos y Giroud, jugando de espalda a los centrales, filtrando balones a los atacantes de segunda línea.

«El Atleti fue todo menos un equipo con oficio, jerarquía y personalidad»

El Atlético se limitaba a intentar robar y salir rápido, cosa que casi nunca salí. O bien a presionar arriba la salida de balón del rival de vez en cuando, momentos en los cuales el Chelsea pasaba verdaderos apuros. Casi siempre se robaba en posiciones muy ventajosas cerca de la frontal del área y faltaba solamente un puntito de precisión para hacer daño de verdad. Incomprensiblemente, no se siguió perseverando en esa idea y así siguió transcurriendo el primer tiempo. Sin pena ni gloria. Sin disparos a puerta. Con el Chelsea dominando y el Atlético dejándose dominar. Sin encontrar apenas a Joao Félix, y cuando se le encontraba, éste fallaba el primer control o el primer pase.

Error en el planteamiento para el Atlético – Chelsea

La segunda parte siguió por los mismos derroteros. El Atlético seguía sin encontrar el camino siempre que no presionaba arriba, si bien es verdad que el Chelsea, a pesar del dominio, tampoco inquietaba lo más mínimo y poco a poco perdía fuelle. Así hasta que llegó la jugada más tonta del partido. Un balón sin aparente peligro le acabó cayendo a Giroud que, volviendo del fuera juego, marcaba de chilena. Las primeras imágenes lo dejaban claro. El gol no iba a subir al marcador. Sin embargo, la jugada se seguía chequeando. Así un minuto, dos, tres… La inquietud en Simeone y sus jugadores iba en aumento, hasta que Brych terminó dando el gol. 10 minutos después, la realización de la transmisión televisiva nos terminó mostrando que ese balón bombeado, que acabó en Giroud, provenía de Mario Hermoso y no de un jugador del Chelsea, en medio de la cara de tontos que se nos quedó a todos.

«Queda abierta la veda contra Simeone de todos aquellos que estos meses han estado bien escondidos, en su cueva, con el cuchillo bien guardado»

Desde ese momento, empezaron las prisas y la ansiedad, pero en ningún momento hubo capacidad de reacción y personalidad para, primero imponer tu ritmo y tu juego como se ha venido haciendo ante casi todos los rivales en esta temporada, desde el minuto 1. O para tratar de voltear la situación adversa provocada por gol del Chelsea, como también se ha hecho en tantas ocasiones recientemente. El Atlético fue todo, menos un equipo con oficio, jerarquía y personalidad, partiendo de un planteamiento erróneo en el que se siguió insistiendo, pensando más en los 180 minutos de la eliminatoria ante el Chelsea y en no encajar en la ida. Todo lo contrario que ocurrió en la ida ante el Liverpool hace un año, por mucho que en aquel partido se pudiera contar con la caldera del Metropolitano.




Dicho esto, queda abierta la veda contra Simeone de todos aquellos que estos meses han estado bien escondidos en su cueva con el cuchillo bien guardado. Hoy lo sacarán a relucir. Porque cuando se gana es gracias al equipo y cuando se pierde, la culpa es de Simeone, que después de 10 años, aún tiene que someterse a los mismos juicios sumarísimos de siempre que siempre se agitan interesadamente. Futbolísticamente, creo que anoche se equivocó en el planteamiento. Punto final. Los ataques o debates extrafutbolísticos en torno a su persona, no me interesan lo más mínimo, por malintencionados. Queda un partido de vuelta, también sin público. Nada está perdido. Urge ir recuperando bajas. En unos días, Trippier será liberado de su secuestro y Llorente podrá volver a su posición más letal. También urge recuperar las sensaciones que se fueron con el mes de enero. Tiempo y mimbres hay. Lo hemos visto. Entrenador, también. Llevamos 10 años viéndolo.

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