Contracrónica: «Caminos y cimientos»
Hace unos días, desde mi optimismo particular, afirmaba que el Atleti había encontrado su camino y que conocía a dónde le llevaba. Después de esta última derrota en Turín, que hace imposible la primera plaza del grupo aunque no complique la clasificación especialmente, salvo catástrofe, sigo pensando lo mismo. No obstante, la no resuelta falta de gol desde hace varias temporadas, acentuada aún más en esta hasta niveles francamente preocupantes puede resquebrajar el edificio que todavía se encuentra en construcción.
Por suerte o por desgracia, el fútbol no entiende de paciencia y sí de resultados. Puedes tener muy claro el destino y cómo llegar a él, pero si no logras que la pelota entre en la portería, adiós muy buenas. Esto es obvio hasta para los más optimistas, como uno mismo. No hay más. Que el Atleti zarandee a toda una Juve en su estadio durante toda la segunda parte no sirve de nada si al llegar al área rival se te apagan todas las luces. A partir de ahí, esa falta de confianza de cara al gol va a generar más incertidumbre y ansiedad, en el caso de que la solución se siga demorando más de la cuenta.
El ejemplo más claro de todo ello fueron las dos ocasiones de Correa, fiel reflejo de una falta de confianza impropia a la hora de rematar. En una se le va el control y en la otra prefiere que sea otro el que remate. Resultado: terminas perdiendo merced a una genialidad del rival en el descuento de la primera parte, producto de una falta discutible de un Mario Hermoso constantemente desubicado.
Los intangibles y componentes de azar del fútbol penalizando al que perdona. Lo mismo de siempre. Como los márgenes de recuperación. Sin tiempo para pensar visita del Barça el domingo. Tal vez sea mejor así y que sea lo que Dios quiera. Otra vez el azar ¿Realmente se puede entrenar la falta de puntería a nivel técnico o es un tema más psicológico? Lo desconozco. Lo que si tengo claro es que puestos a cimentar prefiero hacerlo con Simeone.
