20 abril, 2024

Un ‘Ángel’ que parte y reparte para ganar en el Metropolitano

CRÓNICA. El Atleti venció al Athletic en un día en donde Correa hizo de las suyas y partió y repartió a su gusto. Dos asistencias que valen tres puntos.

El Atleti venció en un día en donde Correa hizo de las suyas y partió y repartió a su gusto. Dos asistencias que valen tres puntos. Saúl primero y después Morata fueron los goleadores.


El Atlético regresaba, cuatro días después, al Metropolitano en una semana convulsa. Una semana en la que, más que nunca, Koke y Simeone iban a ser apoyados por los suyos. Y es que a la familia se le apoya hasta el último día. Eso pasó en un Metropolitano que, un día más, demostró que está para gritar y animar. Un partido en el que, más allá del fútbol, Koke y Simeone, pese al fútbol, iban a estar más arropados que nunca. Un partido que arrancó con la parada de cada día de Jan Oblak. Íñigo Martínez puso un testarazo seco al palo largo y ahí apareció la manopla del esloveno. Voló sin motor para salvar al Atlético en la primera del partido. Tras esto el Atlético se asentó atrás y empezó un partido de tanteo sobre la lona.

Sin grandes ocasiones de peligro y con ambos equipos evitando errores, un detalle iba a marcar el devenir del encuentro. Y si hay que hablar de detalles el que más sabe es el Cholo. Ese entrenador que no tiene ni idea de nada partió con Correa de inicio y fue él quien la armó. Se la guisó y se marcó una jugada maestra para asistir a Saúl. El argentino se fue de cuatro y el balón le quedó perfecto a un Saúl que no falló desde los once metros. Se adelantaba el Atleti en un partido muy trabado. El propio Correa pudo hacer el segundo tras una jugada de pillo. El argentino se fue de Unai Núñez pero su vaselina se marchó. Un Correa, que al igual que Saúl, vieron la amarilla antes del descanso.

Tras el descanso el Atlético comenzó con un Morata loco por el gol. Con Koke como aliado no dejaba de buscar la portería visitante. El delantero madrileño quería ver puerta por segundo partido consecutivo y quien persiste e insiste, la consigue. Y así fue, pero una vez más por medio de un detalle marca de la casa. Koke encontró en el área a Correa que, tras levantar la cabeza, puso un balón medido a la bota de Morata. Pase de la muerte perfecto con el que Morata tan solo tuvo que empujarla al fondo de la red. Gol de manual y con el que explotó el Metropolitano. Un día más la apuesta de Simeone volvía a ser buena. Por algo será uno de los mejores entrenadores del mundo. Y decidió poner de inicio a un asistente, por partida doble, que muchos pedían que fuera defenestrado a Italia. Lo dicho, desde la grada todo se ve demasiado fácil. El Cholo tras ello dio paso a Costa arriba y a Herrera en el medio en lugar del asistente y el último goleador.

El Athletic quedó noqueado y era Muniain quien buscaba resarcirse. Todo ello con un disparo lejano y una acrobacia que se marcharon desviadas. No conseguía conectar el jugador vasco y daba sensaciones de que su equipo estaba fuera del partido. Con cuarto de hora para el final el Cholo volvía a introducir al verde a Vitolo, que regresaba por lesión. Se marchaba un Lemar que, pese a no tener su día, no se marchó silbado. Debe ser que como vende camisetas y no es un atlético de cuna no debe ser silbado. Cosas del Metropolitano. El Atleti comenzó a jugar el balón en tres cuartos de cancha sin arriesgar y sin buscar complicar el resto del encuentro. Y sin nada que apuntar, pero con Koke un día más portando el brazalete, el Atlético ganó por segundo partido consecutivo en casa.

Lo dicho, el Atlético no va último ni está eliminado de Champions. Y aunque así fuera, Koke nunca debe ser silbado. Es, ha sido y será historia del Atlético de Madrid. Además, soldados de Ángel Correa, que partió y repartió a su gustó en un día donde los ángeles bajaron al Metropolitano.

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