Rubén Blanco evita el retorno a la victoria

CRÓNICA. El Atleti regresaba a casa en el Día de las Peñas en busca de reencontrarse con la victoria. Pero Rubén Blanco se erigió como un muro para evitar la victoria colchonera en donde el Atleti fue mejor.

Crónica Atleti Celta

El Atleti regresaba a casa en el Día de las Peñas en busca de reencontrarse con la victoria. Pero Rubén Blanco se erigió como un muro para evitar la victoria colchonera en donde el Atleti fue mejor.


En el día de las peñas las fiestas se produjo a medias. Tras un día de no parar y la euforia de la Champions, el Celta se plantó como un muro para evitar una nueva victoria del Atleti en el Metropolitano.

Si se cree y se trabaja, se puede, citó un entrenador que entiende poco de fútbol. Por ello, Herrera partía de titular en una semana de mucho fútbol para el Atlético. El méxicano comenzaba como eje del equipo en el medio junto a Saúl, sustentados por un indomable Giménez y un siempre presente Felipe. Primera titularidad que comenzaba con un puente aéreo que pudo adelantar a los colchoneros. Era el propio Felipe, a la salida del córner, quien entraba sólo para poner en apuros a Rubén. Gran mano del meta visitante en la primera gran ocasión de peligro. Todo ello en un partido en donde el Celta fue dominador del partido con el Atlético esperando atrás. Una espera que no se hacía efectiva. Y es que, con mucha complejidad a la hora de robar, Joao y Costa se mostraban muy aislados del resto de jugadores. Los gallegos continuaban dominando el esférico y bajando la intensidad de un partido en el que el Atlético no sufría.

Primero Trippier y Lodi con el correr de los minutos continuaban mostrándose intratables a la hora de atacar. Un constante dolor de cabeza para una defensa viguesa que sí veía llegar peligro sobre la meta de Rubén. Sin ser el mejor partido de los de Simeone, la idea siempre es clara. Mantener portería a cero y hacerse fuerte desde atrás. Eran los propios defensa, a balón parado, los que querían adelantar a los suyos. Pero fue desde lejos, vía misil teledirigido de Lodi, en la ocasión más clara del partido. Un derechazo en el que hizo volar a Rubén para mandar el balón a córner. Controlando el encuentro si la posesión, el primer tiempo acabó con una falta que Trippier mandó a la barrera.

La cara cambió en el segundo tiempo. Correa bajó a una banda y Joao Félix se encontraba junto a Costa en la zona de ataque. Era el propio Joao quien ponía la primera ocasión con un tiro exterior que desvió la defensa a córner. Y justo después, de la misma manera que Lodi en el primer tiempo, Koke volvió a hacer volar a Rubén. Un punterazo que desvió el meta visitante. El Celta buscó responder por medio de sus jugadores de más calidad pero sin legar con claridad a Oblak. A mayor posesión, no hay mayor opción de hacer gol. Con media hora por delante el Cholo movió ficha en el Metropolitano. Correa, que no consiguió conectar todas las veces que lo buscó, y Herrera dieron paso a Vitolo y Thomas. Turno para dos jugadores que en relación calidad-cantidad tienen, para mucha gente, ganada la partida. Pero lo dicho, un desconocedor de esto del fútbol señaló: «A veces jugando 30 minutos alguno es mejor que jugando 90».

Lodi, ahora junto a Vitolo, estaban siendo un quebradero de cabeza por la izquierda. Dejó pasar el canario para el brasileño, quien puso un centro tenso al que no llegó Costa. Se acercaba el Atleti al gol y por ello el Cholo decidió retirar a Joao, sin incidencia en el juego, para volver a meter a Morata. El madrileño regresaba tras lesión en busca del gol de la victoria. Y fue entrar y tener la primera. Nuevo centro desde la izquierda de Lodi al que no llegó Morata. Se le escapó el gol a un Atleti que ya dominaba y merecía la victoria. Pero sin sufrir el Atleti no podía ganar y Oblak apareció como cada fin de semana. Santi Mina filtró entre tres jugadores y Brais Méndez hizo trabajar al esloveno. Atajó abajo para salvar al Atleti con cuarto de hora para el final. Apretaba el Metropolitano en busca de una victoria para seguir arriba. Enfriaba el Celta el partido con pequeños parones que alejaban al cuadro de Simeone con los tres puntos. Eran varios los minutos en los que Lodi no encontraba profundidad, pero una vez más volvió a poner en apuros a la zaga visitante. El brasileño puso un centro pasado de fuerza al que no llegó Morata. Con Vitolo por dentro y los laterales muy largos, el gol se hacía de rogar. La fe no desapareció, pero el gol no apareció como el miércoles y el Atleti cosechó su primer empate de la temporada.

Todo ello en un día donde Rubén se hizo grande y evitó la victoria colchonera en un Metropolitano que ya piensa en el Mallorca antes del derbi madrileño.

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