19 abril, 2024

Contracrónica: «Mimbres»

El Atleti salva un punto en el inicio de su nueva andadura en la Champions ante la Juventus en un partido que tenía perdido a 25 minutos del final.

Contracrónica Atleti Juve

Volvía la Champions al Metropolitano y lo hacía ante el mismo rival que le privó de seguir avanzando en ella la temporada pasada tras el desastre de Turín. Con aquel maravilloso partido de ida que pareció dejar encarrilada la eliminatoria aún fresco en la memoria, los caprichos del destino decidieron congelar el reloj entre aquel 20 de febrero y este 18 de septiembre. 7 meses de con muchos acontecimientos de por medio y muchas caras nuevas. Especialmente en los rojiblancos. 7 meses después el partido también fue muy distinto a aquél porque ambos equipos también lo son. Los turineses en la forma. Los colchoneros en el fondo, con todo lo que ello trae consigo. La mezcla perfecta para un partido absolutamente eléctrico, impropio de las alturas de temporada en las que nos encontramos.

El Atleti de la primera parte me gustó, y mucho. Sin olvidar que este es un equipo aún en construcción, experimentación, con mucho margen de mejora y un techo desconocido, los del Cholo fueron un bloque coral que dominó a la Juve en todas las parcelas del terreno de juego, mostrando mucha personalidad ante un rival tremendamente experimentado y sólido. Lo único que faltó fue contundencia en el área contraria. Se llegaba con fluidez a las inmediaciones del área, pero allí faltó claridad en el último pase o en los 2 remates francos que tuvo Giménez en el área.

En el segundo tiempo, el guión fue completamente distinto. Nada más salir del vestuario dos transiciones claramente defectuosas ataque-defensa de los locales, pusieron a los juventinos con 0-2 y penalizaron sin piedad la carencia de ciertos automatismos que aún hay que trabajar y perfeccionar, como es normal en una plantilla tan renovada. 6 goles en contra en los últimos 3 partidos lo atestiguan.

En la cara de la moneda, atrevimiento, hambre, ímpetu y, lo que más me gusta, personalidad. Porque hay que echarle mucha cara para remontar dos veces en tan poco tiempo un 0-2 en contra. Más aún cuando uno de esos rivales es la Juventus y con el único margen de 25 minutos por delante. Los cambios fueron claves una vez más. Vitolo y Herrera aportaron empuje, oxígeno y llegada de segunda línea. La Juve empezó a sufrir y a acusar el esfuerzo realizado hasta el punto de quedar encerrada en su campo achicando agua sin parar.

Al final, el propio Herrera consiguió un memorable empate a la salida de un córner. La esencia de siempre en una versión a la que todavía le queda el empujón necesario que va a venir con el transcurrir de las semanas y (ojalá) la confianza de los resultados, que seguro que llegará si se mantiene esta actitud. Mimbres, de sobra hay. Todo llegará.

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