25 abril, 2024

El Campo 1 del Cerro del Espino acogió a la primera ronda elimintoria de los play-offs de ascenso a Segunda. Una mañana de mucho calor en Majadahonda que no evitó que las gradas se llenasen tanto la visitante como la local. Todo ello con una gran presencia de rojiblancos en un Cerro del Espino en el que se colgó el «no hay billetes».

El partido comenzó con un leve dominio del conjunto rojiblanco. En el cinco de partido llegó la primera gran acometida del conjunto local. La polémica no iba a faltar en un partido tan especial como el de hoy. Dos entradas fuertes por parte de los dos equipos, que finalmente se saldó con una tarjeta para Tachi. Con el correr de los minutos, una falta botada por Toni Moya fue a parar a la cabeza de Montero, que remató fuerte abajo, y que Limones sacó como pudo con su bota derecha. Entonces el encuentro empezó a equilibrarse. Tanto es así que a la media hora de partido los visitantes tuvieron dos ocasiones claras. En la primera San Román tuvo que tirarse abajo para despejar el balón que iba directo a portería. Después, ocurrió algo que sirvió a la afición colchonera para hacer la gracia de la mañana. El balón, tras un disparo de un jugador visitante, tocó la parte lateral de la red. A los aficionados del Mirandés les pareció gol (estaban situados en el otro fondo), y empezaron a celebrarlo. Entonces los aficionados rojiblancos no dudaron en reirse de lo sucedido, y acto seguido cantaron un gol ficticio. Una situación que en la segunda parte caería del lado contrario. Y es que, varios aficionados colchoneros celebrarían un gol que no había entrado y que la afición de Miranda de Ebro respondió con risas. Las cosas del fútbol.

En cuanto a lo deportivo, la actuación arbitral no pasó desapercibida. Y es que el colegiado terminó el encuentro mostrando la cartulina amarilla a Mollejo. El joven jugador recibió entradas de forma descarada, pero fue él quien vio la amonestación. Una acción fortuita que acabó con los dos jugadores contra la publicidad del fondo sur. Es ahí cuando Víctor Mollejo vio la amarilla y el defensa del Mirandés no. Cosas de colegiados.

Tensión hasta el último minuto

La segunda parte comenzó con algo más de dominio por parte del conjunto visitante, que cambió a los cinco minutos el equipo de Óscar Fernández. Tal fue así que Mollejo estuvo a punto de abrir el marcador con un cabezazo que atajó Limones. El Atlético B continuó atacando y Pinchi, a la hora de partido, lo intentó desde lejos pero no sorprendió a Limones. Las ocasiones disminuyeron en el segundo tiempo, pero la intensidad era la misma. El ímpetu de Mollejo no consiguió mover el marcador, y la internada de Camello en primer lugar, y Manny en la recta final del encuentro no consiguieron abrir la lata. Un Camello que cambió la tónica del partido para bien, pero sin acciones de peligro sobre la meta visitante. Todo ello en un partido donde la afición del Cerro del Espino solicitó un penalti en los últimos diez minutos. Y es que un disparo desde la frontal acabó con el despeje del esférico, en el cual se pedía mano. Sin embargo, el colegiado no señaló nada y mandó todo a decidir a Anduva.

El Atlético mereció más en un día donde no se llevó el premio del gol. Los de Óscar Fernández mostraron una gran actitud ante su afición. Todo ello en un encuentro que contó con la presencia destacada de autoridades futbolísticas como Saúl, Domínguez y Gabi. 

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