20 abril, 2024

Bajo el Madroño: «Ángela Sosa, la enésima venganza de Vilda»

Bajo el Madroño. «Lejos de atender a criterios futbolísticos, sus convocatorias se sustentan en un estilo personalista. Solo así se puede explicar que Ángela Sosa no vaya al Mundial»

Bajo el Madroño Ángela Sosa

OPINIÓN. Hubo un tiempo en el que el fútbol femenino en España no había irrumpido con fuerza. Hubo un tiempo en el que alcanzar una Eurocopa pasaba de pies puntillas. También un Mundial. Solo fluyeron ríos de tinta cuando las jugadoras se lanzaron a denunciar las actitudes machistas de su seleccionador, Ignacio Quereda, durante 28 años. Cuando la vorágine de indignación se redujo a la indiferencia absoluta, pocos supieron de su renuncia. Y menos se enteraron de que, detrás de él, venía un tal Jorge Vilda.

En principio, el cambio fue aplaudido por todos los sectores del fútbol femenino. Reemplazar a un hombre sexagenario por otro de treinta y pocos traería savia nueva a la selección nacional. Pero la realidad en el cortijo de Villar estaba muy alejada de las apariencias. Rápidamente, el nuevo técnico empezó a apartar a las futbolistas más emblemáticas de la selección. Gente como Ainhoa Tirapu, Ruth García, Natalia Pablos o Sonia Bermúdez dejó de acudir a las convocatorias. Junto a ellas desaparecía de las listas la gran capitana y referencia del balompié español, Verónica Boquete.

En un principio, los más entendidos interpretaron la decisión de Vilda como un intento de cambio generacional. Sin embargo, las cifras retrataban la actitud caudillista del seleccionador. Vero seguía siendo la máxima referencia nacional en el extranjero con actuaciones notables en el PSG, mientras que Sonia Bermúdez se erigía como la gran figura de la Primera División española con el Atlético de Madrid. Pero nada de eso convenció al joven preparador madrileño. Vilda mantuvo su decisión de no convocar a las dos artilleras más destacadas de España para la Eurocopa. El resultado, dos goles en cuatro partidos, derrota en cuartos frente a Austria y 348 minutos consecutivos sin anotar. Fracaso rotundo.

Ni siquiera eso frenó a Vilda, consolidado ya como la marioneta útil de Ignacio Quereda. Aquella venganza contra las ‘vacas sagradas’ disfrazada de renovación se ha convertido en el modus operandi del seleccionador. Lejos de atender a criterios futbolísticos, sus convocatorias se sustentan en un estilo marcadamente personalista. Solo así se puede explicar que Ángela Sosa, de 26 años y MVP de la Liga Iberdrola durante dos años consecutivos, se quede fuera de la lista para el próximo Mundial. Su lugar lo ocupará Patri Guijarro, quien llegará a la cita mundialista después de cuatro meses en el dique seco.

«La venganza de Vilda contra las ‘vacas sagradas’ se ha convertido en su modus operandi. Lejos de atender a criterios futbolísticos, sus convocatorias se sustentan en un estilo personalista. Solo así se puede explicar que Ángela Sosa no vaya al Mundial»

No existe ni un solo argumento deportivo que justifique la no convocatoria de Ángela Sosa para esta Copa del Mundo. Créanme: no lo hay. Tal es el clamor que genera su baja, que por el camino se soslayan otras ausencias flagrantes como la de Carmen Menayo, Laia Aleixandri, Esther González, Alba Redondo o la propia Vero Boquete, cuya segunda aventura en Estados Unidos está siendo sobresaliente. Sin embargo, la falta de Sosa supone un insulto al aficionado español y deja el criterio del seleccionador a la altura del betún.

Pero Vilda, a diferencia del ‘maestro’ Quereda, cuenta con una desventaja que no preocupaba a su predecesor. A día de hoy, España no es una novata; es una candidata. Quizás no al título, pero sí a algo importante. Por ello, tras el fracaso de la Euro, la selección femenina no puede permitirse otra decepción similar. De lo contrario, rodarán cabezas. La de Vilda, la primera. Por detrás ya no está el paraguas de Villar. Ni siquiera el de Quereda. El joven técnico madrileño tendrá que asumir las consecuencias de un desafío gigante. Más aún después de elaborar una lista tan controvertida.

«Vilda, a diferencia del ‘maestro’ Quereda, cuenta con una desventaja. España no es una novata; es una candidata. Tras el fracaso de la Euro, la selección no puede permitirse otra decepción similar. De lo contrario, rodarán cabezas. La de Vilda, la primera»

Sea cual sea el resultado, Vilda morirá matando en su cruzada suicida. Así entró a la selección y así acabará con ella. El tiempo dirá cuál es el destino del seleccionador. El de Sosa, tarde o temprano, estará teñido de rojigualda. Le pese a quien le pese.

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