Contracrónica: «Seguir insistiendo»
Partido espeso y victoria que no sirve para seguir luchando por la Liga, pero que acerca el segundo puesto de manera casi definitiva.
Se acabó lo que se daba. El Atleti hizo lo que tenía que hacer, de aquella manera, haciendo un partido muy plano, sin chispa, gracias a un gol en propia puerta y sufriendo al final, con polémica por una posible mano de Arias a última hora incluida. El caso es que ganó y obligó pocas horas después a ganar al Barça para alzarse con el campeonato. Ya no hay más que terminar de asegurar un segundo puesto que muy mal se tiene que dar en los 3 partidos que restan para no conseguirlo.
El partido fue malo. Todo lo que se vio frente al Valencia faltó ante un buen Valladolid, que se jugaba la vida y le complicó mucho las cosas a los locales. Muy ordenado, intentando salir cuando tuvo ocasión y obligando a Oblak, que se tuvo que emplear con 3 nuevas intervenciones para su antología particular, dos de ellas en los últimos 15 minutos de partido, en los cuales el Atleti desapareció, coincidiendo con la sustitución de Morata por Vitolo, que salió con una empanada descomunal impartiendo un curso de todo lo que no hay que hacer cuando falta poco y vas ganando 1-0. A partir de ese instante se esfumó la capacidad de los rojiblancos para aguantar el balón arriba, el equipo se encogió y se perdió el control del partido de manera total. Oblak y la moneda al aire del VAR en las manos salvaron 3 puntos fundamentales para el segundo puesto, pero insuficientes para seguir optando al primero.
Se acerca, pues, el final de una temporada plagada de dificultades, problemas físicos, dudas, ciertas actitudes de dudoso compromiso, lesiones, una posible mala preparación, aderezada por una pléyade de francotiradores dispuestos a cumplir su función apuntando siempre hacia el mismo sitio. Aún así, el Atleti está a punto de culminar un ejercicio de notable, quedando un año más por delante de uno de los dos equipos de todos y por detrás del otro. Segundos por décima vez en los 116 años de historia del club recién cumplidos. Una temporada también marcada a fuego por la única noche en la que el Atleti decidió no competir y en el momento más inoportuno. Noche a partir de la cual todos han un paso al frente mostrando un aplomo y una vergüenza torera de la que en ese momento hubo serias dudas. Ahora a la margarita ya solamente le quedan 3 pétalos. Después habrá tiempo de pensar en un futuro que a día de hoy parece más optimista que hace un mes. Habrá que seguir insistiendo.
