25 abril, 2024

Es muy difícil llegar a la élite, pero mucho más aún ser segundo en la mejor liga del mundo, tan solo por detrás de un equipo llamado F.C. Barcelona liderado por un tal Leo Messi. Más, mucho más difícil es tener un equipo femenino que reina en el fútbol español, que tras conquistar dos ligas, no pierde el hambre por ganar y lidera la Liga Iberdrola 6 puntos por encima del Barça. Todo ello, además de plantarse en la final de la Copa de la Reina. Y si a esto le añades un filial líder en el complicado Grupo I de la Segunda división B, siendo el cuarto equipo más joven de la competición, pasa de ser algo difícil a convertirse en una quimera. Si a toda esta poción mágica le añades dos juveniles líderes, por encima del eterno rival, tanto el A como el B, y clasificado para los octavos de final de la Youth League, el resultado es claro.

El Atleti tiene la fórmula del fútbol, del buen fútbol, de ese que se cocina con cariño y lentamente desde la cantera, a fuego lento, dotando a los chicos y chicas más jóvenes de los valores del primer equipo para crear una cantera de coraje y corazón. Para la rabia de muchos, en especial  los de Chamartín, el llamado «anti-fútbol» promovido por el Cholo Simeone ha surgido efecto. Quizás tengan razón, no es el fútbol más bonito que se ha visto. Quizás el Atleti del Cholo no es la naranja mecánica, ni la Brasil del jogo bonito, ni el Barça de Guardiola. Es simplemente el Atleti del cholo. Un equipo, más allá de un grupo de jugadores, con unos valores bien marcados, que hacen que a pesar de las derrotas, a pesar de caer, siempre intenten levantarse. Y es así, no solo en el primer equipo, también en el femenino, en el filial, en el juvenil, y en el cadete…

Algo se estará haciendo bien, eso me decía un buen amigo cuando por momentos dejé de creer, en esa filosofía cholista que nos ha llevado a donde nadie creía que podíamos llegar. Y tenía razón, hay que aprender a valorar ese otro tipo de fútbol, ese que no es tan vistoso, pero enamora igual a la parroquia rojiblanca. Por eso ellos nunca lo entenderán, nunca podrán explicarse porqué celebramos casi como un gol, una entrada por el suelo de Giménez o Godín, que despeja el balón a la banda. Tampoco entenderán como aplaudimos a un jugador que falló un penalti, y no uno cualquiera. No entenderán como llenamos un estadio para ver regresar a nuestro ídolo, ni como cantamos el himno de nuestro equipo tras perder una final. Todo ello mientras los del otro lado de la ciudad levantan su ansiado trofeo. No entenderán las lágrimas de abuelos, madres, niños, en el Calderón, el último partido… No lo entienden porque es algo diferente, es una nueva forma de ver el fútbol, que otros clubes como el Getafe han comenzado a calcar y que además están recibiendo sus frutos. El Atleti es mucho más que cartera, es también cantera. No hace falta fichar a un chaval de 19 años de la Premier, cuando tienes a Mollejo y Borja Garcés en tu filial. No hace falta basar todo el juego de tu equipo en Griezmann o Jenni Hermoso, cuando tienes un equipo de guerreros detrás que les van a apoyar.

Así es el Atleti, ese Atleti líder en casi cualquier categoría, en casi cualquier competición. Ahora los niños pueden presumir en el colegio, lejos de esconderse, podrán decir: soy del Atleti ¿A qué quieres que te gane? Larga vida al Atlético de Madrid y larga vida a su cantera.

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