19 abril, 2024

Lealtad y esencia, ese era el lema que presidía el Fondo Sorte del Metropolitano, en una noche mágica. Sonó el himno de la Copa de Europa, pero el estadio con sus cánticos se impuso en el primer duelo de la noche.

No tardó ni un minuto en llegar la primera polémica, con un plantillazo de Matuidi a Griezmann dentro del área, que el colegiado pese a las quejas insistentes de los jugadores atléticos, no pitó. El atleti salió a morder, y tuvo la primera ocasión de peligro a la contra unos segundos más tarde. Griezmann, muy activo, impulsaba una y otra vez los ataques atléticos a los que Costa, sin embargo no podía dar continuidad, debido a su físico aún con síntomas de no estar recuperado.

En la primera falta a favor de la juve apareció Oblak, inmenso, impecable, sacando una mano salvadora al lanzamiento fortísimo de Cristiano. La juve comenzó a crear peligro, forzando un córner que Chiellini no acertó a rematar a puerta. La racha se cortó cuando el medio campo de los del cholo comenzó a combinar, y en un centro que rechaza la zaga bianconeri, Thomas demostró su tremenda pegada con un disparo raso y potente que atrapó Szczesny.

Costa poco a poco, se fue conectando al partido, ganando todos y cada uno de los balones que Oblak rifaba, para desesperación de los centrales juventinos. El atleti fue dándole cada vez más ritmo al balón, con Koke y Griezmann al mando de un equipo que por momentos, callaba bocas, a todos aquellos que no confiaban en el juego de toque rojiblanco. Llegaron las ocasiones con facilidad, y en una de esas combinaciones, koke filtra un pase a Costa, que se marcha hacia el área y es derribado por De Siglio. El árbitro decidió pitar penalti, que no fue, y tras comprobar el VAR que la falta se produjo fuera del área, señaló falta. En la siguiente acción, grizzi se estrelló de nuevo con el portero, que desvió el lanzamiento a la esquina.

Dybala lo intentó en una de las pocas posesiones largas que tuvieron los italianos en la primera mitad. Rodri de cabeza, volvió a intimidar a Szczesny. Todo el estadio al unísono botando, cantando, recordando aquellas míticas noches en el Calderón. El Metropolitano se había convertido en una fiesta, pese a que el equipo no había conseguido aún anotar. Thomas se propasó en una entrada a Dybala, y se llevó la cartulina amarilla en una acción que no debió ocurrir, puesto que el árbitro decidió descontar dos minutos más de los que ya de por sí añadió, y así se llegó al descanso.

Segunda mitad del encuentro, y ambos equipos siguieron demostrando ser favoritos a estar el 1 de Junio en el mismo césped disputando la final. El atleti tuvo la más clara en las botas de Costa, que tras un pase de Griezmann se plantó prácticamente solo frente al portero, pero su golpeo fue muy defectuoso y se marchó a la derecha de la portería. Tan solo dos minutos después otra ocasión clarísima, un balón filtrado al área acabó con una vaselina de Griezmann, que se estrelló en el larguero, tras tocarla con la yema de los dedos Szczesny.

Costa que no aguantó más se retiró en el minuto 57 para dar entrada a Morata. Thomas con amarilla dejó su puesto para que lo ocupara Saúl, mientras Lemar entró al terreno de juego. No tardó mucho más en hacer el último cambio Simeone, que en el minuto 66 dio entrada a Correa para reactivar el encuentro.

El atleti se fue al ataque, en un centro por banda izquierda de Filipe, Morata anotó de cabeza, un golazo a su ex-equipo. Pero una vez más, el VAR, el maldito VAR decidió, como no, anular el gol. Un supuesto empujón, tan tímido como cuando le das una palmadita en la espalda a tu mejor amigo, tan sútil que ni los ojos de un lince lo podrían apreciar, pero sí, el colegiado si lo apreció y lo entendió como una falta clara.

Y de nuevo llegó el gol, un corner botado por banda izquierda que remata Morata, y tras rebotar en Mandzukic, Giménez remató al fondo de la red. Ahora sí, no hubo posibilidad alguna de que el VAR anulara el tanto del uruguayo.

Una vez más a balón parado, una vez más un uruguayo,Don Diego Godín tras rematar una falta botada por Griezmann, que rechazó de nuevo Mandzukic, consiguió rematar a portería el esférico que quedó suelto para poner el 0-2 en el minuto 83.

Oblak volvió a evitar el gol, con un paradón a un remate desde la frontal del área. El arquero esloveno, con muchísimas dificultades para ver el balón, consiguió despejar a corner.

Y final, acabó una de esas noches mágicas, para recordar en la memoria de todos los atléticos, una victoria por dos tantos a una de las candidatos a ganar esta champions league. Un equipo que demuestra que pese a las adversidades, el VAR, cristiano, etc, tienen mucho coraje y mucho corazón.

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