19 abril, 2024

Bajo el madroño: «Nuevas mentiras, las mismas tropelías»

OPINIÓN. La golfada del año se la podemos atribuir los aficionados colchoneros al mejor gestor. Luchando por dos competiciones y con el mercado español cerrado, el Atleti ha vendido a Carrasco y a Gaitán. El equipo se queda con tan sólo 17 jugadores de campo. Habrá que ir haciendo magia de sangre para evitar lesiones o sanciones, o que si pasa alguna no coincidan, porque cerrar no ya una convocatoria sino hacer un once inicial será un auténtico milagro. Cuando mejor está el equipo y afrontando la recta decisiva de las dos competiciones en las que sigue vivo, sus dirigentes en lugar de conjugar el verbo “competir” han recurrido a un nuevo “heitingazo” para vender dos piezas que podían ayudar al equipo en las rotaciones.

FOTO: AtléticodeMadrid
FOTO: AtléticodeMadrid

El peaje de no pasar la fase de grupo de la Champions ha llegado antes de los esperado. Todos contábamos con una reforma/desmantelamiento recurrente del equipo para pagar las ingentes deudas asumidas por la directiva con el cambio de estadio, pero ingenuos de nosotros pensábamos que sería en verano. Rezábamos con alguna clase de milagro en forma de título hiciera cambiar eso, pero la realidad de la política deportiva de Gil nos ha vuelto a poner los pies en la tierra. Otra vez más vemos como el teórico crecimiento económico del Atleti no sirve para nada. Sus dirigentes siguen empeñados en hacer pequeño al equipo. La mejor gestión debe consistir en aumentar tus deudas de forma exponencialmente superior a como lo hacen tus ingresos. Como si salieses un sábado por la noche con 50 euros y vuelves a casa debiéndole dinero a la mitad de tus amigos. Algo raro pasa, bueno, simplemente pasa lo mismo que desde hace 30 años. El expolio continúa. Escudo, campo, sentimientos, equipo. No hay obstáculo insalvable para la bicefalia, y si lo hay lo venden y marchando que es gerundio.

Mientras la prensa afín al régimen dirá que Gil y Cerezo no han tenido más remedio que venderlos por la deuda del estadio, que esto no hubiera pasado si el Cholo hubiese hecho mejor Champions, que es culpa de los jugadores porque juegan donde quieren, obviarán la nefasta gestión de la directiva. La innecesaria deuda generada no ha aparecido sola, no ha venido impuesta por ningún duende o entidad malévola, no han venido ni Gargamel ni Alí Babá a saquear las arcas del Atleti (a lo mejor alguno de los cuarenta ladrones está dentro del club), no. La deuda que pone en riesgo el patrimonio del club ha sido generada por sus dirigentes.

Las mentiras que se contarán serán distintas a las de otras veces (ya no queda nada de aquella famosa deuda con Hacienda), pero la golfería será la misma. Desmontar el equipo sin tener en cuenta las consecuencias en lo deportivo. Ni que esto fuera un club de fútbol.

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