18 abril, 2024

Bajo el madroño: «De ‘Cojeiro’ a ‘Mameiro'»

El noble y antiguo arte de la “Mamatoria”, que nada tiene que ver con una postura sexual o la alimentación de un bebé, consiste en el reconocimiento por una persona de que el odio/crítica vertida sobre una cosa o persona era erróneo. “Mamar” implica saber que uno está equivocado sin importar si conlleva o no una alegría por haber errado en su juicio o prejuicio, incluso aunque no se reconozca el veneno por la equivocación corroe. Se emplea en el lenguaje ordinario bajo expresiones como “a mamar”, “a chuparla” o “te la tragas” entre otras muchas.

FOTO: AtléticodeMadrid
FOTO: AtléticodeMadrid

Hace dos veranos recalaba en las filas del Atlético de Madrid, con el cartel de delantero top, Kevin Gameiro por algo más de 30 millones de euros. Un fichaje que se vendió por los medios afines a la directiva colchonera como el fichaje que iba a hacer campeón al equipo, que iba a igualar registros goleadores de otros delanteros anteriores y que estábamos ante una apuesta segura. El comienzo de Kevin no fue el mejor, destacando solamente ante equipos de menor entidad como en aquel partido que marcó un hat-trick ante el Sporting de Gijón que esta temporada milita en la Segunda División española. Terminó su primer año con unas cifras lejos de las que había logrado en su anterior temporada con el Sevilla. Pasó de anotar 28 goles en todas las competiciones a marcar 16. Números sensiblemente inferiores y que llevaron a los aficionados rojiblancos a preguntarse si no habría sido mejor invertir ese dinero de primeras en traer a Diego Costa.

Las cifras tampoco taparon las innumerables ocasiones en las que Kevin desesperó tanto a sus detractores como a sus defensores, fallando ocasiones claras ante las porterías rivales en momentos clave de partidos importantes. Parecía que sobre Kevin pesaba una losa demasiado grande. Que la camiseta había devorado al delantero que se suponía se había fichado. En la permanente comparación con Torres, sus fiscales (entre los que quien esto escribe estuvo) le llamaron (llamamos) de forma irrespetuosa “Cojeiro”. Muchos pensamos que de no haber sido por la sanción FIFA Kevin habría abandonado las filas rojiblancas para dejar espacio a Costa. Pero tal y como algunos señalaron (entre los que también me incluyo) la culpa no era de Kevin, sino de aquellos que le trajeron y le vendieron como la estrella que no era.

Sin embargo, y contra todo pronóstico, Gameiro tras la primera parte de la temporada en la que no rindió (parte por la dinámica del equipo y parte por su falta de acierto) parece haber renacido. El hecho de que Costa pueda jugar y ser el referente, el delantero top que este equipo necesita le ha liberado de la carga que pesaba sobre él. Su racha goleadora en los últimos partidos nos lleva a preguntar si sólo necesitaba sentirse libre de presión para destacar, si a pesar de no ser el delantero titular que el equipo necesita sí es el delantero que tiene que completar el ataque rojiblanco. Con el mejor promedio goleador del equipo, un gol cada 140 minutos, Kevin ha mutado de “Cojeiro” a “Mameiro”. Los críticos estamos de doble enhorabuena, por lado “mamando” y por otro celebrando sus goles. Kevin, perdónanos.

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