La Pizarra de Simeone: “El catalizador”

Una semana más. Un nuevo obstáculo en el camino para los de Simeone. En la tarde de hoy se medían hasta hace unos instantes el Atlético de Madrid y el Málaga CF. Segundo clasificado y colista libraron sorprendentemente un duelo de igual a igual donde también fueron idénticas (nulas) las ideas que salieron de uno y otro banquillo. Con un tanto del que acostumbraba a ser “el de siempre” se llevaron los rojiblancos tres puntos de la Rosaleda y una conclusión: el filtro del equipo a corto plazo se llama Antoine Griezmann.

Los menos goleados de Europa lo son en parte gracias a Jan Oblak. El esloveno dio otro clínic de blocaje y seguridad aérea, si bien no encontró solución en los saques para encontrar a alguno de sus compañeros. En el carril derecho, el que ya empieza a ser habitual. Sime Vrsaljko tuvo una actuación discreta, pero su trabajo ante las acometidas de Ricca y Gonzalo “Chory” Castro le premian. Flanco opuesto, cabeza alta y con ganas de pisar el verde de nuevo, Filipe Luís. El brasileño cuajó una actuación no demasiado destacable, aunque sin cometer apenas errores, como siempre. La pareja de centrales ante las bajas de Godín y Savic estuvo compuestas por los dos chavales. Giménez no hizo prisioneros en ningún momento, emulando a su maestro, mientras que Lucas si supo interpretar en ocasiones lo que necesitaba el equipo de sí para salir adelante. De los mejores hoy. En el doble pivote del siempre reconocible 4-4-2, Saúl y Gabi. Sin estar ni mucho menos erráticos, sus imprecisiones en el pase provocaron la desaparición física de Diego Costa, que tuvo que desplazarse a la banda izquierda en múltiples ocasiones, esperando a Koke y Filipe. El vallecano firmó un buen primer tiempo, pero en la segunda se le notaba algo… Algo “sobao”. Gabi, por cierto, al llegar a los 30 minutos sobre el césped, activó automáticamente su renovación por una temporada más (¡Felicidades Capi!). Hoy también se dio el debut en Liga como titular de Vitolo. Flojito. Muy flojito. No mezcló con la pareja de baile colchonera y cometió mil y una faltas intentando recuperar el balón. Arriba ya hemos hablado de la situación atípica de Costa, así que vamos con lo importante. Ya en Valencia hizo un buen partido, pero lo de Griezmann hoy… Ya iba siendo hora, también te digo. Quedarnos solo con el gol y las ayudas atrás es obviar lo no tan evidente. Nadie duda de la sangre fría y el compromiso (dentro del campo) del francés, pero si que es verdad que ya desde bien entrada la temporada pasada, tiene sus momentos en los cuales se endosa una capa de invisibilidad en determinados tramos. En La Rosaleda 17/18 no ha sido ni mucho menos así. Griezmann se sintió futbolista, fue figura, la luz entre las sombras. Tiene muchísimo mérito (y de esto hablamos poco) la capacidad del galo para pinchar en seco las piedras totales y absolutas que le toca recibir a veces. Para no dejarle solo en su intento por estabilizar al equipo y darle algo de cordura al rodar del balón, Thomas fue en su ayuda para hacer más tangibles aún los tres puntos. Buenos minutos del ghanés.

Resumiendo, otro partido que gana el Atleti por la mínima, sabiendo sufrir como nadie y manteniendo el pulso al mejor equipo que pisa Europa. Es para estar orgullosos dentro de todo, ¿no? No se vayan, porque el jueves volvemos con la gloriosa. ¡Copenhague espera!