La Pizarra de Simeone: “De su propia medicina”

Noche para olvidar. Tenía que llegar algún día, y, a decir verdad, llegó antes de lo esperado. La primera derrota del año se la apuntamos a un frío e intrascendente en todo lo demás, 17 de enero. La venganza es un plato que se sirve frío, de hecho. Y cuando se traza bien la hoja de ruta, el plan suele salir bien. Claro, que la presencia de un hándicap en contra del rival lo hace todo un poco más fácil.

El Sevilla de Montella venía haciéndolo regular. Sin alma y con muchas ideas mal ejecutadas, se plantó en el Metropolitano a invertir la situación. Que el Atlético de Madrid es experto en resucitar guardametas ya lo sabíamos todos, pero no es costumbre por el extrarradio de la capital de capitales ver auténticos resurgimientos de sistemas enteros. El técnico italiano cambió el dibujo para otorgar consistencia al equipo, y vaya que si se la dio. Lo más destacado positivamente hablando del cuadro andaluz fue la estrechez que había entre las dos líneas de cuatro, que impedía a Griezmann recibir con comodidad. Un Griezmann que fue de más a menos y que, para no perder la costumbre de los últimos partidos, acabó siendo sustituido. Al lado del francés, escorándose constantemente incluso con la salida de Vitolo hacia la banda izquierda, Diego Costa fue, irrevocablemente, el mejor del Atleti. Peleó cada balón, dio sentido a un juego que careció de él buena parte del encuentro y anotó dos tantos, uno de ellos, anulado por falta (inexistente, para variar). Sí… Como es una derrota me tomo la libertad de empezar la casa por el tejado, así que proseguiremos con los interiores. Víctor Machín no tuvo el partido de su vida, pero tampoco se puede decir que lo hiciese mal. Se echaron de menos sus ágiles conducciones vistas ante el Lleida y en falta un poco más de convicción. En el otro sector, Koke… Jorge Resurreción Merodio es un tipo singular. Un pilar del Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone y la viva imagen de la cantera rojiblanca. Pero sabemos cómo funciona. Imprecisión sí, imprecisión también, el vallecano fue dando tumbos por el verde buscando un socio que nunca encontró. Ni siquiera Costa, el hombre que le hizo aún más grande, fue suficiente para encubrir una actuación que calificaría como pésima. Pero atención, porque desgraciadamente, uno de los hombres del 2017 en clave colchonera no se quedó atrás. Saúl fue impreciso. Impreciso hasta la médula. No solo se le vio desconcentrado como suele ser habitual cuando no “la rompe”. Erró pases por doquier, condujo con el esférico cerca del área sin crear ningún tipo de peligro y… En fin… Paro, que me vengo arriba. Gabi bien. Bien nivel Gabi. Es decir, bien. Sin más. Sí. Gabi bien.

En lo personal, y difiriendo con la opinión de muchos amigos y conocidos en redes, me gustó más que los demás (Diego aparte) el partido de Juanfran Torres. Es un competidor nato, y, consciente de que su puesto no solo está amenazado, sino que ya está aparentemente siendo arrebatado, aprovechó sus minutos e hizo lo que mejor sabe. Combinó como nadie en el equipo, dio profundidad y puso algún que otro centro que categorizaría como más que peligroso. Una presión muy alta y bien organizada impidió a Lucas soltarse. Tampoco fue su noche. Y Godín y Savic… Vamos a ver, no sé si habrá central más lento que el montenegrino en la élite europea, porque haberlos haylos siempre, pero desde luego que, tanto en pies como en cabeza, Stefan no es precisamente un gran futbolista. El charrúa no hace prisionero ni siquiera a la redonda, así que su partido bien se puede resumir en alejar el balón del área y repetir el proceso. Dicho sea de paso, tampoco me disgustó el partido de Carrasco entrando desde la banca. Llámeseme loco, pero creo que se lleva bien con ese brazuca de casi 1,90 que luce el 18. De Moyá no voy a hablar. Son otros los que tienen que hablar. Yo, no.

En conclusión, estamos jodidos. Y nosotros, los hinchas, más que nadie. Parecía el año de poder optar al título que más cariño le tiene al Atleti, pero el tiempo dirá si nos equivocamos o no. Para ser exactos, lo vociferarán el martes los rostros de los aficionados rivales a la salida del Sánchez Pizjuán. Pero antes, Girona. Segunda vuelta… Ya saben. No se confíen. Si nos quitan el partido a partido, no somos nada. Aúpa Atleti.