20 abril, 2024

Llega algo más que un partido, llega el derbi madrileño. Ese partido de fútbol que todo colchonero o merengue quiere jugar y muy pocos lo consiguen. En el caso de los blancos, y os preguntaréis por qué digo blancos, sólo en su caso lo juegan aquellos que saltan al césped. Si ganan son los reyes de la capital; si pierden todo son quejas y reproches. Mientras, en el caso colchonero, desde la llegada de Simeone todo ha cambiado. Desde el técnico rojiblanco al último aficionado atlético, vive el encuentro como si de una guerra se tratara. Participará en el partido como si de la batalla de Troya se tratase y se irá con la cabeza alta, independientemente del resultado. Si el resultado es positivo, la afición continuará ahí, como siempre ha estado. Si es negativo, los colchoneros sufrirán, como un día de mayo bajo la lluvia madrileña. Demostrarán, como suelen hacer, que es cuando hay que estar más unidos que nunca.  Harán saber a todo el mundo que esta afición nunca abandonará a su equipo.

Los derbis y la afición rojiblanca

atleticodemadrid.com
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Todo aficionado colchonero sabe lo que es un derbi para el Atleti, donde se ven los sentimientos de una afición y de otra. Todo hincha del Atleti ha sabido pasar por las peores etapas, donde el Atleti no podía ganar un derbi. Como aficionado colchonero, hemos pasado épocas de gloria y momentos en el infierno. Pese a ello, tras muchos años de sufrir, la afición ha estado ahí. «Orgullosos de no ser como vosotros». Se pierda o se gana. Primeros o últimos. En este partido la afición no abandonaría nunca a su equipo, es un encuentro especial. Y es que, «luchan como hermanos defendiendo sus colores». Eso es el Atleti. Miles de gargantas, al unísono dejando claro una cosa: «en las buenas te quiero, en las malas te amo». Unos se ven como compañeros, como afición y equipo, por separados. Sin embargo, si vas vestido de rojiblanco es algo más, es una familia. Y no queda ahí. Equipo y afición unidos se traslada al terreno de juego. Donde un grupo de jugadores se dejarían la vida por unos colores únicos. Si de algo se caracteriza esta afición y este equipo es de mostrar sacrificio y humildad, de estar ahí hasta el final. Hasta el último suspiro. Hasta el último minuto. Hasta el final este equipo no dejará de luchar con el apoyo de los suyos. Como en antaño, bajo la fría y bonita lluvia de Madrid.

Los derbis en el Claderón

Si algo estará en la memoria de cualquier rojiblanco, serán todos y cada uno de los derbis vividos en casa. En el Vicente Calderón. Una sensación extinta, que poca gente podrá entender. Es algo que cada aficionado vive por dentro, y más aún cuando tu destino era la ribera del Manzanares. Largas horas de previa. Del Paseo de los Melancólicos al Calderón, pasando por Pirámides. Una cerveza, unas voces al unísono entonando el himno… ¡QUÉ HIMNO! Unas horas intensas. Unas horas que te preparaban para la batalla. Una vez dentro de nuestra casa, comenzaba otro mundo. Sonaba el pitido inicial y las gargantas rugían. El calor del cemento en verano o el frío del Manzanares en invierno no era impedimento. La respuesta era igual en cada tarde de derbi. Era especial. Pese al resultado, la respuesta era igual. Y la respuesta está clara, los atléticos lo saben: «El fútbol no nos gusta, el Atleti si». En el peor de los casos, que se han sucedido, el colchonero no sentiría vergüenza por los suyos. Al día siguiente la consigna estaba clara, hoy más que nunca Atlético de Madrid. Ahí aparecería un aficionado del eterno rival cuestionándote, riéndose de tí. Incrédulos ellos, no entenderán nunca lo que es el Atlético de Madrid. Y las cosas no quedan ahí. Incluso después del partido, tras llegar incluso a perder, la afición siempre ha estado ahí. Junto a los suyos. Juntos como hermanos.

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